Por Ambrosio Fernández (Especial para Revista Zetta 20 años).- Todos los gobiernos del mundo (unos en mayor medida que otros) han elaborado planes para enfrentar la crisis ocasionada por la pandemia y otros ya están lanzando las hojas de ruta para la reactivación. La Unión Europea plantea apalancarse de la llamada “economía verde” para crecer en los próximos años y Corea del Sur redoblará su apuesta tecnológica. ¿A qué le apostará Colombia y Cartagena específicamente?
Los expertos coinciden que economías como la nuestra tienen en la construcción de infraestructura una buena opción de reactivación económica y de mejora en la competitividad. En Cartagena hay mucho para hacer al respecto y es el momento de planificar y hacer realidad esos proyectos que la ciudad necesita. Probablemente el sector turismo, vital para nuestra economía, sea el de más lenta recuperación, por eso no debemos esperar a que la crisis toque fondo para actuar, porque el hambre y las necesidades de la gente no dan espera.
La renovación de la Flota Naval Estratégica y la flotilla auxiliar de nuestra Marina de Guerra es un imperativo; en unos 5 años, muchos de estos buques cumplirán 40 años de servicio y estarán prácticamente obsoletos. Un asunto que no solo compromete la seguridad nacional, teniendo en cuenta el difícil vecindario que tenemos en el Caribe con Venezuela y Nicaragua, sino que podría ser una obra de infraestructura de gran impacto económico, pues su renovación requeriría de la construcción de un gran astillero que podría ponerse al servicio de barcos comerciales. Es decir, los grandes buques que hoy vemos en la bahía, tendrían la oportunidad no solo de recalar en el puerto, sino de acceder a reparaciones y renovaciones. Servicios que hoy no ofrecemos y que si lo hacen puertos de la zona como Panamá, Aruba o Kingston.
La obra requeriría una inversión gigantesca y de la voluntad del gobierno nacional, por eso es necesario empezar a capitalizar la idea y más teniendo en cuenta que hay sobre la mesa ya propuestas serias de compañías extranjeras manifestando su interés para llevarla a cabo, a través de una alianza público privada con COTECMAR. El nuevo astillero requeriría mucha mano de obra durante su construcción y ejecución, pues para reparar o renovar un buque de más de 200 metros de eslora, se calcula, se podrían generar cerca de 2.000 empleos.
Aunque la cura definitiva para el coronavirus probablemente nos llegue de afuera, las soluciones para la reactivación las tenemos en nuestra misma ciudad. No es en vano que se insista una y otra vez en la posición y las ventajas competitivas que tiene Cartagena y que no aprovechamos. Es el momento de hacer realidad la ciudad del futuro.
Ambrosio Fernández
Twitter: @AmbrosioFma