Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta 20 años).- (Xiamen – China).- Es un tema complicado definir dentro de la administración pública la línea en donde se dividen los actos altruistas y los intereses políticos mezquinos y fríamente calculados, analizando las últimas actuaciones del senador Fernando Araujo yo me inclinaría más por la segunda, una chapuza política con un buen disfraz.
En la Venezuela chavista, cuando aún se hacían elecciones limpias, hubo unas en que la oposición se hizo con varias alcaldías y gobernaciones que por su importancia se convertían en un estorbo para los intereses políticos de la revolución, para solo mencionar dos casos la Alcaldía de Caracas quedó elegida por voto popular en manos de Antonio Ledezma, y la Gobernación de Miranda en manos de Henrique Capriles; dentro del gobierno central se inventaron figuras que terminaron quitando recursos y poder, pero lo más importante relegando a un segundo plano las decisiones de esos cargos públicos que fueron elegidos por voto popular.
Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas
Porque tener un ente que tenga poder y maneje recursos dentro de los predios de tus competencias hace que tu voz no se escuche tan fuerte, es crear otro poder al lado del tuyo que en últimas terminara debilitándote.
Yo me preguntaría entonces, ¿elecciones para qué? Si el que es elegido Alcalde, quien por mandato constitucional es el ordenador del gasto de la ciudad, queda relegado a un segundo plano por una chapuza que se esconde detrás de un acto poco ético, pero que lo parece, si el Senador Araujo tiene buenas intenciones realmente se le pueden dar las gracias por haber gestionado esos recursos, se le pueden dar las gracias también si pone esos recursos en las manos de la Alcaldía de Cartagena que como dije anteriormente es la única autorizada para manejar los dineros de la ciudad.
Mural con la imagen de Hugo Chávez en Caracas.
Pero crear una ley para conseguir plata para la ciudad y luego crear el ente que los va a administrar para restarle poder y peso a la Alcaldía de Cartagena es el equivalente a nombrarle un virreinato a la ciudad. Es una verdadera pena que ni siquiera hemos superado esa etapa del colonialismo aun. Y para que se ofrecen estos escenarios que solo van a crear confusión dentro de una ciudad que ya tiene bastantes problemas para que el senador Fernando Araujo se le está metiendo en el rancho al Distrito.
Tendríamos que hacernos la pregunta ¿qué pasaría si el senador Gustavo Petro se armara la misma historia en Bogotá y se ofreciera a conseguir recursos y nombre una junta para que los administre, qué actitud tendría la alcaldesa Claudia López?
O qué tal si los senadores de las FARC impulsan una ley para gestionar un fondo que capte recursos que ellos han decidido que se inviertan en la ciudad de Barranquilla por ejemplo, ¿estaría el alcalde Pumarejo y el grupo político de los Char felices con esto?
Senador Fernando Nicolás Araújo.
Lo que crean estos inventos anticonstitucionales es un contrapoder que definido por el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es un poder que intenta contrarrestar el poder establecido, ¿qué es esto en últimas? Que le resta autoridad a la Alcaldía Distrital la cual constitucionalmente no pueden ser puesta en duda por un senador y mucho menos autorizada por un presidente.
Sus buenas intenciones no lo son realmente, es mi queja con todo esto que está sucediendo, ¿desde cuándo el senador Araújo es el que la Constitución determina que debe ser el gestionador de recursos y ordenador del gasto de la ciudad?
¿Desde cuando un senador está autorizado para crear fuerzas que con el poder que dan esos mismos recursos van a influenciar políticamente a la ciudad?
No es para nadie en absoluto un secreto que las fuerzas políticas que llevaron al senador Araujo al Congreso son las mismas fuerzas que perdieron las elecciones en la ciudad el pasado 27 de octubre, ahora el honorable senador se saca un as debajo de la manga para tirarle un salvavidas a los que en franca lid no ganaron y no están en la administración, y por ende no manejan recursos, un contrapoder creado para los perdedores, un tanque de oxígeno para poder soportar sin ahogarse estos tres largos años que faltan y tener no solo dinero sino poder para prepararse para recuperar el poder perdido en las próximas elecciones para Alcaldías.
Sin duda una jugada política fríamente calculada, pero con un disfraz altruista cuidadosamente confeccionado. Y qué curioso, jamás estuvo el honorable senador tan preocupado por la pobreza de Cartagena como ahora.
Le voy a contactar para que me confeccione mi traje para este próximo 31 de octubre, sé que no me va a defraudar y ¡seguro tendré el mejor disfraz de esa noche!
Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé
¡Un abrazo!
Álvaro Royo Bárcenas
Xiamen-China
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