Por Ana Patricia López Ríos (Especial para Revista Zetta 20 años).- Colombia se encuentra en el puesto 10 del mundo en contagios (615.168) y en el 11 de fallecidos por cada millón de habitantes; la ciudad de Cartagena a su vez es la 7ª del país en contagios (20.443), la 7ª en fallecidos (520) y con la tasa de letalidad 2,55 (por encima de la media nacional) a 31 de agosto de 2020, estas cifras indiscutiblemente nos llevan a la reflexión interna si realmente hicimos o estamos haciendo las cosas bien, regular o mal y por supuesto llegará el día de las evaluaciones colectivas, de gobiernos tanto local como nacional, pero no es momento de apresurarnos a ellas.
¿Por qué es importante la auto reflexión? Porque nos guste o no, con la anuencia o desaprobación de la comunidad científica, Colombia entró en la fase de aislamiento selectivo con distanciamiento individual responsable y lo cierto es que hemos tenido 6 meses de aprendizaje, es decir, llegó la hora de ponernos la camiseta personal y familiar.
Cuando observamos las cifras globales vemos números esperanzadores, indicadores en descenso que permiten a las autoridades tomar decisiones de reactivación económica responsable, reapertura cada vez mayor que puede traer consecuencias difíciles de predecir, aun cuando los epidemiólogos expertos han prevenido sobre rebrotes similares a los presentados en otros países, pero cuando vemos las cifras de amigos, colegas, compañeros de trabajo y sobre todo de familiares, entendemos que el covid-19 está cerca, entonces entendemos que un solo caso cuenta y es digno de valoración y por más necesidades económicas de apertura, el fallecimiento de un ser cercano duele y ahonda las cicatrices de esta devastadora pandemia
Estamos ante una difícil decisión entre responsabilidad individual, prevención de COVID-19 y economía. La pandemia no se ha acabado, y está lejos de hacerlo. Los rebrotes son noticia diaria en lugares que se lanzaron a la apertura comercial, industrial, turística, manufacturera y de toda índole; luego entonces, ¿a iguales medidas iguales resultados? NO, no necesariamente; podemos hacer la diferencia, eso solo es posible si aprendimos la lección, por eso es hora de repasarla:
- Identificar Riesgos: Existen tres poblaciones con alta inseguridad: las personas infectadas que no presentan ningún síntoma (asintomáticos) pero igualmente transmiten la enfermedad; son los más contaminantes; los pacientes infectados que aún no presentan síntomas (pero lo harán), llamados presintomáticos y que transmiten la enfermedad sin saberlo; y los super-transmisores, personas que por su conducta social y/o laboral (sabiéndolo o no) pueden infectar a decenas de personas en entornos laborales o sociales. Es decir, el aparentemente sano es la principal amenaza.
- Tomar conciencia que el virus está en todas partes: presumir que lugares públicos, incluso privados están libres de Covid-19 es un error, las medidas de aseo y desinfección en este momento deben ser extremas, entre más virus este circulando, mayor posibilidades de contagio en superficies y ambiente, los establecimientos aperturados como centros comerciales, restaurantes, supermercados y comercio en general son los primeros llamados a ser exigentes en las medidas de desinfección por expertos con productos especializados para alto tráfico como amonio cuaternario, acido hipocloroso, hipoclorito de sodio y alcohol,
- No bajar la guardia: relajar las medidas de prevención es el principal error que podemos cometer, ahora más que nunca el lavado de manos, baño y cambio de ropa al llegar a casa y el uso de alcohol o gel desinfectante es indispensable.
- Imprescindible uso de barreras como gafas y caretas, el uso de tapabocas es fundamental, es la principal barrera para la infección, pero no cualquier tapabocas, vemos muchos modelos simpáticos y económicos que dan un falsa sensación de seguridad, los tapabocas de tela no son efectivos para prevenir el contagio, su nivel de prevención varía sustancialmente de acuerdo con el tipo de tela y el diseño en niveles que van de un 5 a un 40% según estudios publicados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) por tanto los tapabocas recomendados para una población como la nuestra que está clasificado por el Ministerio como de ALTA INCIDENCIA es el tapaboca médico o termosellado de 3 capas desechable.
- Finalmente, no olvidemos que Cartagena es el epicentro de confluencia de la zona norte de Bolívar, donde se encuentran municipios en pico de infestación, que a partir del 1 de septiembre tendrán mayor comunicación con la ciudad ante la apertura de transporte intermunicipal lo que representa un mayor riesgo de rebrote, por tanto, el nivel de alerta ahora personal debe ser mayor.
Son muchas las cosas dichas sobre medicamentos, protocolos de atención para atender Covid, muchos con responsabilidad científica y en publicaciones serias de medicina han terminado retractándose ( por ejemplo el usos de hidoxicloroquina, azitromicina, etc.) sin embargo las lecciones descritas, que son las más simples pero las que requieren mayor compromiso personal, son las únicas que han mantenido vigencia en el tiempo, de tal forma que la misma OMS enfatizó que a medida que los países están aflojando los mecanismos de respuesta, el rastreo de contactos, la cuarentena de contactos y la protección de los trabajadores de la salud, las posibilidades de superar el Covid-19 se aleja y por su parte destacó que los aspectos claves de una respuesta exitosa incluyen una acción rápida, una comunicación clara y flexibilidad para ajustar las estrategias cuando sea necesario, por ello, además de invitar a la comunidad en general a repasar la lección, de la misma forma invito a los organismos de salud a no temer si en 30 días es necesario ajustar la estrategia y retomar niveles de aislamiento ya probados.
Covid-19 siguen entre nosotros, no se acaba con decretos ni resoluciones de reapertura, los llamados a hacer la tarea somos cada uno de nosotros, entramos en la etapa de la corresponsabilidad como bien lo ha denominado el Dr. Remberto Burgos de la Espriella.
REPASA LA LECCION
Ana Patricia López Ríos.