Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta 20 años).- (Xiamen – China).- No conozco a la Primera Dama personalmente pero haberla visto todos estos meses de pandemia al frente en primera línea de combate durante 24 horas 7 días a la semana, en lo que a mí respecta me quito el sombrero, porque ha superado con creces esta prueba de fuego que le pusieron cuando apenas estaba iniciando la administración. Ella es el ejemplo vivo para el cartagenero de a pie, el de barrio, es el equivalente criollo a cumplir el sueño americano.
Por Cartagena han pasado muchas primeras damas, algunas con más carisma y cosas que mostrar que otras, sería un ejercicio de difícil verificación si nos imagináramos a alguna de las anteriores al frente de una situación como esta, ¿se hubiera ido de vacaciones a Miami? ¿O a protegerse en un castillo a Europa? ¿O simplemente se hubiera quedado en su casa?
No lo sabría decir, pero de algo si estoy seguro es que no se hubiera metido en el barro ni le hubiera puesto el pecho a la brisa como lo ha hecho esta mujer.
Los programas que ha liderado y gestionado en esta lucha contra la naturaleza los ha realizado con tal determinación que dentro de todas las medidas que se han tomado, su aporte ha sido determinante en la reducción de los índices de infectados y muertes, así como en el tema de concientización barrio por barrio casa por casa, cada ciudadano a contado para ella.
Por todo lo anterior veo muchas veces con cierta curiosidad el tema legal con respecto a su salario, no creo que deba yo entrar a polemizar con las normas que existen redactadas para cumplir con las contrataciones en determinados puestos de las entidades públicas, lo que sí puedo es hacer unos ejercicios para ya luego cada uno vaya moldeando y valorando su propio concepto con respecto a este tema.
Y esperando y deseando yo que los asesores de la Alcaldía que elaboraron el contrato #76 del 2020 basados en la figura de alta confianza sea lo suficientemente robusto para soportar los procesos que se vienen.
Dice el filósofo norteamericano y profesor de la universidad de Georgetown, Jasón Brennan, en su último libro Against Democracy (Contra la Democracia) que el problema de la democracia es que todo el mundo puede votar, muchos votantes saben de política, están informados, pero la gran mayoría sabe menos de nada y que el voto en masa sin criterio tiene el mismo valor que decidir la elección lanzando una moneda al aire, esa mayoría sin criterio termina condenando al resto.
¿Qué puede igualar en responsabilidad a la tarea de elegir a nuestros líderes? ¿Y de qué forma están redactadas las normas de manera que el título puede pesar más que la experiencia? Sí, porque el valor de la experiencia de un maestro de obras con 30 años en el oficio y sin grado alguno, está muy por encima de el título recién adquirido de un embrión de arquitecto recién graduado, y así sucesivamente, podemos encontrar mensajeros en los juzgados que llevan 20 años siéndolos y terminan siendo consultores de oficinas prestigiosas de abogados y sus conceptos respetados por su experiencia mas no por sus títulos, porque nunca los obtuvieron.
Ahora bien una persona del interior del país si cumple los requisitos puede votar para elegir alcalde de Cartagena, pero una cartagenera como Cynthia que sabe por dónde sale el sol por cada calle de cada barrio de la ciudad, no puede ser Primera Dama, se respetan las normas, pero hay unos peros allí que si me los explicaran con plastilina los entendería mejor.
Y dice la Contraloría que la misma persona contratada es la Primera Dama del Distrito y la labor realizada bajo la figura de Primera Dama no le otorga la condición de servidor público. La Resolución N° 9551 del 29 de diciembre de 2017, por el cual se adoptan los criterios para fijar honorarios de los contratos de Prestación de Servicios y Apoyo a la Gestión deben acogerse a la tabla de salarios establecidos para los funcionarios según sus competencias, preparación y experiencia.
Se lee al final del anterior párrafo, preparación y experiencia, de esas dos tiene la Primera Dama para regalar, preparación y experiencia para lo que tiene que hacer una Primera Dama que es guerrear el día a día con las comunidades, esas comunidades a donde siempre ha pertenecido y nunca se ha ido, allí se mueve como pez en el agua, y ese conocimiento no te lo da ningún título porque ninguna carrera universitaria es lo suficientemente larga para cubrir esos 30 o 40 años que esta señora lleva moviéndose en la ciudad de Cartagena.
La norma y la tabla de salarios puede decir una cosa, se le respeta, los argumentos jurídicos en los cuales se sustentó su nombramiento espero y deseo que sean fuertes.
Y yo no sé ustedes pero jamás vi una Primera Dama que representara tan bien lo que es Cartagena.
Y yo no sé ustedes pero yo me vuelvo a quitar el sombrero.
Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé
¡Un abrazo!
Álvaro Royo Bárcenas
Xiamen-China
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