Por Ambrosio Fernández (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 04-02-201.- La vacunación masiva contra la Covid-19 supone para los gobiernos del mundo uno de los mayores retos en materia de salud pública a los que se haya enfrentado la humanidad prácticamente en la era moderna. Llevar el antídoto a casi todos los habitantes de este planeta durará años y comprometerá también a todo el aparataje internacional. Este ambicioso plan es escalable a cada uno de los estamentos de los gobiernos territoriales y supone también la principal tarea para alcaldes y gobernadores. Aunque hasta el momento será únicamente el gobierno nacional el encargado de comprar y repartir las primeras dosis de la vacuna en Colombia, el Plan Nacional de Vacunación define roles y asigna de alguna manera tareas a mandatarios de departamentos, distritos, municipios y otras instituciones para poder llevar a cabo esta colosal tarea.
La misión de William Dau, en el caso de Cartagena, para este 2021, será afinar todos los detalles para que la estrategia no falle en el terreno. Tan pronto las dosis aterricen en el Rafael Núñez, el Distrito tendrá que hacer las veces de la Guardia Suiza que cuida al Papa en El Vaticano y velar porque nada le pase a cada una de las vacunas.
En este orden de ideas y teniendo en cuenta la idiosincrasia tan propia de nuestras tierras caribeñas, el reto estará en no dar pie para titulares folclóricos con los que suelen narrarnos cuando no salen las cosas bien. Por ejemplo, Cartagena será una de las ciudades donde se tiene planeado instalar los ultracongeladores que guardarán los biológicos para ser repartidos a puntos de vacunación y a otras ciudades, por ende, habrá que asegurar un sistema eléctrico y un plan b que garantice la energía 24/7 para estos lugares. Los equipos de vacunación, además de ser entrenados correctamente, tendrán que comprometerse 100% con su tarea, protegerlos, brindarles transporte y salarios a tiempo. No podemos permitirnos que algún puesto de vacunación o IPS se quede sin personal que haga su labor. Entre muchos otros factores mínimos que es necesario afinar y del que la Alcaldía deberá gerencia con detalle para evitar fallas.
En la media en que el Plan Nacional de Vacunación funcione, Dau y su equipo podrán concentrarse en las metas que habían propuesto antes de la pandemia y la anhelada reactivación y recuperación económica tomará un curso en ascenso. El principal RETO, así en mayúsculas, es la vacunación, pero esta solo servirá de punto de partida para que se cumplan los retos de décadas que aun no supera la ciudad, para esa misión ya le quedan menos de 3 años.
Ambrosio Fernández
Twitter: @AmbrosioFma