Por César Pión González (Especial para Revista Zetta).- Cartagena De Indias, 04-03-2021.- Los efectos nocivos del medioambiente que nos cambian de apariencia, las cadenas de oraciones lanzadas para atar las vidas que se fugan en el túnel de la nada, y el rugir incontrolable de la colectividad amenazan todo intento mayoritario de un mejor vivir.
La Cartagena dominada por el imperio español y robada por piratas y corsarios, sigue revolcándose en su existencia pues aún tiene mucho para dar. Y son esas las razones que han llevado a su alcalde y a muchos concejales a detener el látigo del resentimiento, del cobro de cuenta, de la intimidación y del desacierto de los actuares.
La pandemia intensificó y marcó más aun los factores de pobreza dejando al descubierto el incremento del desempleo, inseguridad, hambre, y mortandad humana por patologías de la salud pública e intolerancia social.
Alcalde Dau, nos acogemos al mejor intento de convivencia para gobernar, esta primera fase es importante, en ella caben todos los conceptos e intentos verbales que ayudan a construir una matriz conceptual, pero lo más importante es materializar el pensamiento y la teoría en una unidad de análisis, discusión y suma de criterios.
No importa quién juegue al pinocho o quien como la pluma, dance a donde la lleve el viento, hay un hada madrina dentro de cada uno de nosotros que se llama humildad y unas varas mágicas para hechizar que desprenden honestidad y sinceridad para ser aplicada en cada movimiento y en cada decisión de la administración pública requerida.
“Entregados, carentes de valores, regalados, incapaces, mediocres, sumisos, vivos, pedidores de cacao, arrodillados y más apelativos” han zumbado de muchos que desean ver cómo una corporación arrasa y descontrola a un gobernante en medio de la siembra.
No cartageneros, no hemos entregado nuestra dignidad, ni hemos renunciado al control político, ni el alcalde ha desistido de su lucha anticorrupción ni ha convenido por debajo de la mesa para gobernar en paz.
Hoy la ciudad necesita que congelemos los enfrentamientos y propongamos en medio de la crisis soluciones objetivas con sugerencias soportadas técnicamente que nos permitan invertir más, mejor y sin pérdida. Hoy hemos guardado la espada y nos damos un tiempo sujeto a la reciprocidad de la dignidad y honradez sin dádivas y sin intereses personales o grupistas. La generación de empleo mediante la reactivación económica, estimulando el sector hotelero, fortaleciendo el mercado público como una ruta cultural, capacitando y organizando virtualmente a los vendedores ambulantes y trabajadores de playa, consiguiendo los dineros que permitan cumplir con el plan de desarrollo nos harán gritar a los cuatro vientos: “Ladran, Sancho, señal que avanzamos”.
*Concejal de Cartagena