Por Dumek Turbay Paz (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 29 de marzo 2021.- Nos reunimos en Barranquilla el viernes 19, tal y como lo habíamos planeado, con una numerosa participación de ex gobernantes regionales y con un gran deseo de luchar por lo que nos pertenece. Después de ver el éxito y la seriedad de la convocatoria, ya el movimiento comienza a ser mirado con respeto por unos y simpatía por otros.
Varios fueron los aspectos trascendentales que se discutieron y que en adelante serán la plataforma sobre la que se estructurará un nuevo proceso de liderazgo y gestión de corte antropocéntrico, en el que, lógicamente, el primer elemento a considerar deberá ser la gran vulnerabilidad generada por la crisis que nos trajo y nos deja la pandemia de Covid 19.
Tenemos claro que nada volverá a ser igual y que el dolor, las grandes pérdidas económicas, las afectaciones en la salud y en la familia y las pérdidas de oportunidades, han desnudado las grandes desigualdades y olvido que viven nuestras regiones y la gran necesidad de un renacimiento nacional con nuevos paradigmas, nuevas esperanzas y nuevos liderazgos, en donde el gobernante jamás vuelva a ser un espectador indiferente o un actor sin protagonismo, en el destino de sus gobernados.
Tenemos claro que, en este momento histórico se nos presenta una oportunidad brillantísima de poner a disposición de nuestra gente sufrida, toda nuestra capacidad de trabajo, de buen gobierno y nuestra experiencia en el manejo de lo público, especialmente en tiempos de crisis. Hemos demostrado en diversas ocasiones nuestra habilidad para reinventarnos y generar cambios desde una estrategia de equipo, de excelencia, calidad y amor por nuestra gente.
En este grupo de trabajadores de lo público, unidos por el deseo de trazar una ruta para el futuro, desde las regiones, hemos abandonado sin temores y sin egoísmos, diferencias personales, ideológicas y políticas, con el fin de que en lo sucesivo sean los grandes problemas, las grandes necesidades y el progreso y la prosperidad de nuestras regiones, el elemento transformador hacia ese país de la igualdad en donde, al mismo tiempo que se forjen valores de solidaridad y colaboración, se fijen las bases estructurales de una paz con desarrollo y equidad.
Tenemos claro que se trata de un trabajo desde lo colectivo, para fortalecer el bien común y derrotar el individualismo. La descentralización apoyada en la constitución y la ley, la reactivación económica desde las regiones, la implementación definitiva del proceso de paz, la construcción de una agenda medio ambiental, frente a la emergencia climática, son entre otros, los elementos esenciales de nuestra agenda centrada en el ciudadano y su bienestar.
Queremos que este no sea un equipo cerrado, sino que se nutra de un importante ideario y de ese liderazgo renovador que se vienen abriendo pasos desde las regiones. Es por eso que estamos invitando a todas aquellas personas con vocación de servicio generoso y desinteresado a que se nos unan, para poner en marcha los motores de la transformación para construir un nuevo y prometedor camino.