Por César Pión González (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 17 de junio de 2021.- El divisionismo de poderes e intereses individuales de gremios y políticos, y la pandemia obligan sin espera al sector público a ser creativo, objetivo, propositivo y conciliador, la tendencia porcentual de los infectados por COVID-19, fallecidos, desempleados, empresas quebradas, atracos, protestas y demás confirman lo advertido antes de la encerrofobia, cuando hicimos ver que la ciudad se hundía no solo por la carencia de una buena administración de sus gobernantes y líneas de dirigentes, sino que advertimos que esa realidad y el comportamiento de algunos neofuncionarios públicos y la ausencia de proyectos y ejecuciones para reactivar la economía y generar el desarrollo económico de la mayoría de los habitantes, aceleraría la infección del “venezuelazo”, virus conductual y término aplicado a neolíderes que enarbolando banderas de inclusión y justicia conducen a los reclutados a desinformar, victimizar, agredir, destruir, con supuesto tiquete de libertad que le permita destruir, saquear y gobernar para un mejor vivir.
Juvenal, el poeta y escritor romano utilizó la expresión “Panem y circenses” para denunciar el inmovilismo de los ciudadanos de Roma contra las intrigas de los líderes y las maniobras para ganarse el apoyo basado en el clientelismo al regalar comida barata y entretenimiento para controlar a la población, agitada hoy con el nuevo ingrediente de construir con la sangre de los oponentes.
Panem et circenses, al mejor estilo de Roma para que se saneen las finanzas públicas, por lo que es indispensable que se enfoque en ese objetivo, sobre todo en un contexto tan crítico para la economía del país. Es fundamental la solidaridad sostenible, como lo ha llamado el Gobierno, sin embargo, tenemos que ser muy cautelosos y cuidar al máximo el gasto en un contexto de lenta recuperación.
Por su puesto que tenemos que afectar lo menos posible el poder adquisitivo de las clases menos favorecidas y tener una política social de amplia cobertura, no obstante, la coyuntura indica que el palo no está para cucharas y que tenemos que priorizar la salud financiera primero para después tener capacidad para cubrir las innumerables necesidades de los colombianos.
Necesitamos coherencia, crear mecanismos de desarrollo y proveernos de herramientas que nos permitan afrontar la coyuntura que nos ha dejado el alto costo de la pandemia y por la que nos tocó hacer de tripas corazón a todos, al sector público y también al privado
Se necesita que tanto el Legislativo como el Ejecutivo se alineen en buscar soluciones y acciones responsables e innovadoras, flexibles para recaudar y combatir sin tregua la evasión. Y formalizar la economía, con más zanahoria que garrote, porque la experiencia nos indica que por mucho que presionemos no lograremos mejores resultados sin una política más atinada y sin actuar frente a otras reformas que hacen falta, como la laboral.
*Concejal de Cartagena.