Cartagena de Indias, 18 de diciembre de 2021.- La noche del 16 de diciembre 2021 fue particularmente extensa para algunos miembros de la cúpula local de Centro Democrático, estupefactos por lo que acaban de enterarse: Fernando Nicolás Araújo no aspirará a la reelección en el Senado.
Apenas tres días atrás estaba inscrito, tenía la casilla 4 en la lista de Senado, y nada presagiaba este abrupto giro en la actualidad política de Cartagena y Bolívar.
Una decisión así no se precipita súbitamente, sino que venía siendo considerada en el fuero interno del senador. Había llegado ocho años atrás al Senado, se había reelegido hace cuatro años y todo su ejército estaba listo para la lid de la reelección, pero en su cabeza rondaba la fatiga por las muchas batallas libradas, su talante empresarial originario que aplazó proyectos para dedicar esfuerzos a la política, y la sensación del «ciclo cumplido», que pocos políticos admiten.
Se distinguió por ser un senador estudioso, propositivo, defensor de las banderas del uribismo, y con un trabajo visible permanente por Cartagena y Bolívar, como la ley que erigió en Distrito a Mompox o la ley del fondo de erradicación de la pobreza de Cartagena, entre otros.
Habló con el jefe máximo Álvaro Uribe y le comunicó su decisión, también a su círculo más cercano. No había vuelta atrás. No aspirar a la reelección no significaba el retiro de la política, ni dejar tirado todo en Cartagena y Bolívar. Considera que ahora, libre de su candidatura, puede dedicar la gestión estratégica de jefe de debate de la lista a Cámara por Bolívar, cuya apuesta es obtener una curul y para eso se está reforzando, y transferir su respaldo de Senado al joven dirigente momposino Enrique Cabrales, quien actualmente es Representante a la Cámara por Bogotá, pero antes aspiró sin éxito a la Asamblea de Bolívar, en el grupo del senador Araújo. Así que la amistad y cercanía viene de tiempo atrás, máxime que Cabrales está emparentado con el expresidente Uribe.
Que la decisión haya sido sorpresiva no le resta cierta condición predecible. Hace ocho años llegó al Senado bajo la inmensa sombra de Álvaro Uribe, que encabezó lista a Senado y obtuvo votación arrolladora. Hace cuatro años pasó igual, pero con lista abierta, y Araújo tuvo resultados que apenas alcanzaron para la curul, pero distante de los registros de los otros jefes políticos de Bolívar como Lidio García, Nadia Ble, Daira Galvis o Andrés García Zuccardi.
En esas dos elecciones el Centro Democrático estaba en la oposición, y ahora que ha sido gobierno con Iván Duque, es contradictorio que no se presente a la reelección.
Desde sectores críticos al uribismo y al «araujismo» señalan que no le alcanzaba la plata ni los votos para la reelección, pero desde la perspectiva de Araújo estaban las condiciones para un significativo repunte en su histórico de votación.
Sus amigos dicen que respetan su decisión y que, ahora que está disponible, bien podría ser una alternativa para la Alcaldía de Cartagena o la Gobernación de Bolívar.
Por lo pronto, Araújo tiene en su agenda ser el jefe de debate en Bolívar de la candidatura a Senado de Enrique Cabrales, y de la lista a Cámara de Centro Democrático. Es seguro que volverá al sector privado, a hacer empresa, y que seguirá trabajando por Cartagena y Bolívar.