En esta tercera parte, el abogado y periodista John Zamora se ocupa del panorama para la Alcaldía de Cartagena y analiza el estado de los principales nombres que se están moviendo en este campo.
ALCALDÍA DE CARTAGENA
Quinto Guerra recibió el “pre-aval” de su partido Conservador de manos del presidente de la colectividad David Barguil, en presencia de la candidata presidencial Marta Lucía Ramírez. Este es otro de los eslabones de la larga cadena de su campaña a la Alcaldía, siendo el candidato que más comentarios suscita, y que ha captado especial atención de los medios del interior, que no le pierden pie ni pisada, evidencia que no es santo de su devoción. Se retirará a más tardar el 23 de abril del Concejo, según revela en la edición impresa de la Revista Zetta, donde comenzó a hablar de su programa de gobierno, que está en construcción colectiva. Tiene la ventaja (o desventaja) de haber comenzado hace tiempo, pero a medida que se acerque octubre, será el principal blanco de ataques. Entonces se verá si tuvo la resistencia suficiente.
Andrés Betancourt renunció al Concejo y al partido Conservador el año pasado y recogerá firmas para refrendar su postulación. Busca ofrecer una candidatura fresca, programática y dinámica. No cayó en la cascarita que le puso el partido Verde para integrar una frustrada terna, pues allí nunca ha militado ni tiene mayores afinidades ideológicas, pero su reto estará en consolidar simpatías y asegurar mayorías.
Gina Benedetti ha aprovechado el interregno entre las elecciones de Congreso y presidenciales para poner todo su entusiasmo y capacidad en la organización del uribista Centro Democrático, pero también para estudiar los asuntos de fondo de Cartagena, y que cuando vengan los avales, todo el mundo constate los preparada que está para volver a dirigir los destinos de la ciudad, como lo hizo en 1999-2000.
Pastor Alonso Jaramillo acaba de llegar al baile y su argumento es que hace parte de Cambio Radical, un partido de la llamada Unidad Nacional, alianza que pretende llevar candidatos a alcaldías y gobernaciones en todo el país. Dice que se somete al proceso y su reto estará en enderezar ese entuerto, pues eso de la Unidad Nacional como que no “pega” por aquí.
Julio Alandete viene amenazando con lanzar su nombre dese hace varias semanas, está haciendo reuniones, pero todavía no lanza el mensaje, y está perdiendo tiempo y espacio. Su propuesta está en el mismo espectro de Andrés Betancourt, pues buscará firmas, proviene del extinto grupo de Maríamulata, y propugna una propuesta independiente.
Alianza Verde tiene los típicos problemas de un partido en formación: lucha de vanidades, falta de militantes y desenfoques, lo que explica el fallido intento de formar una terna para una consulta interna y seleccionar un candidato a la Alcaldía. Este partido le retiró el apoyo político al alcalde Dionisio Vélez, en una decisión que no tuvo la cortesía de consultar a su concejal Saray Aguas, a quien parece que soslayan con frecuencia, siendo la única credencial de ese colectivo. Un poco de “foco” le ayudará a desandar los pasos equívocos. Fabio Castellanos se perfila como el más lógico ganador de esta consulta y por su formación será un gran animador del debate.