La Base Naval y sus terrenos en Cartagena. Opinión de Miguel Raad H.

Por Miguel Raad H. (Febrero 5 de 2015). El traslado de la Base Naval de Cartagena a la Isla de Tierrabomba y el posterior destino de los terrenos donde ella está ubicada hoy, se encuentra sobre la mesa de las decisiones y en el centro del debate público.

La Base Naval ARC Bolívar se ubicó desde 1934 en los antiguos terrenos que ocupaba el Campo de La Machina, donde llegaba el tren que iba de Cartagena hasta Calamar, que para entonces ya se encontraba en poder de la Fuerza Aérea Colombiana, la que lo entregó a los marinos de Colombia por disposición presidencial. El proyecto de la base militar nace en el Gobierno del Presidente Alfonso López Pumarejo, y como fecha de su nacimiento se fija el 21 de Septiembre de 1934, habiéndose celebrado el año pasado los 80 años de existencia de la Base Naval ARC BOLÍVAR entre nosotros, ubicada en ese enclave territorial entre el Centro de la ciudad y la entrada al barrio de Bocagrande.

Los terrenos que ocupa la Base Naval se extienden desde el Hospital Naval hasta la carrera Sexta de Bocagrande, en una extensión superficiaria de 293.000 metros cuadrados aproximadamente, esto es, unas 29 hectáreas de tierra urbana a orillas de la Bahía de Cartagena. Pensar en el valor económico de esos terrenos tiene a los militares, a varias agencias del Gobierno Nacional y a muchos constructores, realmente interesados en su desarrollo inmobiliario. El interés ha trascendido incluso internacionalmente. De hecho en el 2012 un grupo de estudiantes mejicanos de arquitectura, presentaron en la U. de San Buenaventura un anteproyecto para desarrollar allí 45 grandes edificaciones de hasta 40 pisos, una marina, vías, túneles viales y zonas verdes y de recreación, que densificaban el área disponible y se constituían, sin pregonarlo, en un proyecto de renovación urbana. Una misión coreana también estuvo en la ciudad examinando el asunto y el Alcalde Campo Elías Teherán ( q.e.p.d) lo informó a la ciudadanía. Interés puramente académico? Globo de ensayo de potenciales inversionistas detrás del anteproyecto? Vaya Ud. A saberlo. La verdad es que el asunto mueve muchas opiniones e intereses.

Otros, como los ambientalistas, líderes cívicos, la Sociedad de Arquitectos Urbanistas, el Comité ínter gremial encabezado por Rafael Simón del Castillo, las comunidades asentadas en los alrededores, el Gobernador de Bolívar Juan Carlos Gossain, creen que la zona debe ser un nuevo y gran pulmón para la ciudad, con la construcción de una gran marina para veleros, un verdadero puerto para cruceros, ciclovías, parques, grandes jardines tropicales, senderos peatonales, etc.

Nosotros estamos más cerca de estos últimos. Creemos que hay que aprovechar esos terrenos para diseñar y desarrollar la primera interfase ambiental, cultural y vial de Cartagena. Todas las últimas sugerencias citadas nos parecen deseables y viables, incorporando adicionalmente espacios para la cultura como el gran Museo Grau que la ciudad está en mora de erigirle al gran artista cartagenero,  teatros de conciertos, etc. Pero También es necesario que allí se diseñe una interfase vial, para destaponar las carreras 3a, 4a, 5a y 6a de Bocagrande, y dejar el espacio para el arranque del puente o el túnel submarino que vaya hacia Manga y el Bosque.

Me dirán que falta plata para la nueva Base Naval en Tierrabomba y que el retorno de las tierras sin rentabilidad económica para la ciudad harán irrealizables la mayoría de esos proyectos soñados.

Infortunadamente, en un país de limitados recursos como el nuestro, no les falta razón a los pragmáticos. Mayormente cuando se avecinan años de austeridad para Colombia y Latinoamérica por los cambios en las tendencias de la economía mundial. Habrá que ser ecuánimes y asertivos en el debate, para hallar la fórmula equilibrada que nos permita realizar por lo menos parte de nuestros sueños evitando tugurizar y hacer más caótica e insufrible la situación del más costoso y conocido sector de la ciudad.

 

COLETILLA: En qué ha quedado el revuelo por la licencia para un edificio de 35 pisos otorgada por el Curador Guillermo Mendoza Jiménez, de la Curaduría Urbana No. 2, en lote inmerso en esta misma zona? Si se construye de nada habrá servido el debate sobre la Base Naval.