Cartagena de Indias, 30 de enero de 2022.- En un «anticorruptivo» audio, revelado por la opositora Jacqueline Perea, el alcalde de Cartagena, William Dau, descaradamente le aclara a un dirigente político que interviene en política y que «sus candidatas» a Cámara son Lidis Ramírez y María Alejandra Benítez.
La diatriba de Dau está dirigida a Javier Marrugo, candidato a Cámara del Pacto Histórico, donde le reclama por decir en Bogotá que él es «candidato de Dau», y le precisa que sus verdaderas candidatas a Cámara son Ramírez y Benítez.
El audio es una bofetada para el discurso anticorrupción de Dau, y lo muestra como el mayor malandrín entre todos los malandrines, participando abiertamente en política, lo que no le está permitido e ningún gobernante en Colombia.
El audio probablemente sea de diciembre de 2021, pues la inscripción de listas venció el 13 de diciembre y las modificaciones vencieron el 20 de diciembre.
El movimiento Fuera Malandries, que conformaron Ramírez y Benítez, finalmente no presentó firmas ni postuló candidatas. aunque se dijo que ellas estaban «pidiendo pista» en el Pacto Histórico, que orienta Gustavo Petro, finalmente no fueron inscritas. Las únicas mujeres admitidas fueron Colombia Villamil, que a al postre declinó aspirar, y Sandra Villadiego, actualmente en campaña. Villadiego fue representante y senadora por el Partido de la U.
¿Tendrá dignidad el alcalde y renunciará o se mantendrá en el cargo?
¿Dirá que «lo sacaron de contexto»?
¿Tendrán dignidad sus funcionarios y renunciarán o se mantendrán en sus cargos?
¿Será verdad que la Fiscalía y la Procuraduría no hacen un «c…», tal como lo ha afirmado Dau?
¿Es el alcalde de Cartagena militante activo del Pacto Histórico?
Este episodio es bueno para recordar este poema del cartagenero Luis Carlos López:
A UN PERRO
Todo es igual y lo mismo.
Fenelón
¡Ah, perro miserable,
que aún vives del cajón de la bazofia,
—como cualquier político— temiendo
las sorpresas del palo de la escoba!
¡Y provocando siempre
que hurtas en el cajón pleno de sobras
—como cualquier político— la triste
protesta estomacal de ávidas moscas!
Para después ladrarle
por las noches, bien harto de carroña,
—como cualquier político— a la luna,
creyendo que es algún queso de bola…
¡Ah, perro miserable,
que humilde ocultas con temor la cola,
—como cualquier político del día—
¡y no te da un ataque de hidrofobia!