Tren Regional del Caribe, un proyecto para retroceder – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- 17 de Julio de 2022.- Es bastante difícil que puedas crear un proyecto que te haga ir para atrás, un proyecto que se sume a los servicios de transporte obsoletos que ya existen, la nostalgia por traer el tren de vuelta nos está haciendo proponer algo del siglo pasado con un disfraz de moderno, y que al final no va a solucionar un carajo.

Les vendría bien a los genios que están proponiendo traer el vetusto Tren del Caribe de vuelta, tomar un avión y darse una vuelta por los países que están conectando sus ciudades hoy en día y lo hacen con trenes de alta velocidad, que acorten distancias, que viajen a 200 o 300 kilómetros o más por hora, que vuelen a la celeridad en que vuelan los tiempos hoy, porque hoy en día no es el pez grande el que se come al más chico, ¡es el más rápido!

La primera vez que hice el recorrido Shanghái Beijing en el año 2003  lo hice en un tren en el cual estuvimos montados más de 2 días, una distancia de 1.200 kilómetros e íbamos a la velocidad del trencito que proponen hoy en el año 2021 para unir 3 ciudades en el Caribe, luego estuve haciendo el mismo recorrido en el año 2008 en un tren de alta velocidad y ya el recorrido fue de 10 horas, pero a día de hoy ese mismo recorrido lo puedes hacer en trenes mucho más veloces y modernos en ¡4 horas!  Las ciudades siguen en el mismo sitio pero redujeron las distancias con velocidad y tecnología.

Siempre tendremos en Colombia a los que consuelan su mediocridad diciendo que China nos lleva siglos de ventaja y no se enteran que hace 30 años acá en China estaban mucho peor que nosotros, pero nosotros nos quedamos echándoles la culpa a otros, mirándonos el ombligo y ellos simplemente decidieron avanzar.

Yo leía la noticia rimbombante que llenó titulares en todos los periódicos de Colombia y casi que no creía lo que estaba viendo, me fui a un periódico de principios de siglo XX y prácticamente decía lo mismo, las declaraciones de los responsables de los estudios para analizar la viabilidad del proyecto  decían con orgullo que habían dos opciones de recorrido para unir Cartagena con Barranquilla  y uno es de 211 kilómetros por la vía al mar y el otro de 320 kilómetros por la vía la cordialidad, o cerca, lo que se les olvida decir a estos respetables caballeros es que tenían que anteponerle a esa velocidad de 120 kilómetros por hora la palabra “HASTA 120 kilómetros por hora,” ¿por qué? Pues porque esa será la máxima velocidad alcanzada, y luego si le descuentas las paradas, el arranque y las frenadas tendrás una velocidad promedio que no será mayor a 70 u 80 kilómetros por hora, una verdadera vergüenza y que un antiguo Renault 4 o un bus de Torcoroma viejo puede igualar perfectamente.

Entonces pregunto, ¿dónde está el avance? ¿Dónde está la evolución? ¿Dónde está la ganancia en competitividad diferente a traer un vetusto tren de vuelta para qué?¿ Para competir con Copetran?

A toda esta cadena de errores se suma la exclusión de gratis que se ganan departamentos que son del Caribe como La Guajira, Cesar, Sucre, Córdoba y Antioquia, el Caribe no es solo Atlántico, Bolívar y Magdalena, señores, el Caribe es mucho más que estas tres ciudades que ustedes plantean unir con sistemas de transporte de tecnologías en desuso.  

Marruecos, Egipto, Tailandia, Laos, Indonesia, China, Corea del Sur, Francia, Inglaterra, España, Japón, y la lista sigue, construyen todos los días líneas de trenes de alta velocidad para posicionarse geopolíticamente, para que sus ciudades compitan y creen las condiciones para avanzar, para construir economías robustas que traigan progreso y calidad de vida a sus comunidades, no veo en ninguno de estos países construyendo trencitos de principios del siglo 20 que viajan a velocidades desesperantes.

La nostalgia muchas veces es nociva

Estos estudios que están llevando a cabo deberían incluir a toda la costa Caribe, para conectar sus capitales y municipios tanto los más desarrollados como los más olvidados, para sacarlos del siglo XVII, pero con un tren de alta velocidad que te lleve de Montería a Riohacha en 2 horas por ejemplo, que uno pueda ir de Cartagena a Barranquilla en 20 minutos, o Cartagena a Santa Marta en 45 por ejemplo, esa tecnología existe y es muy popular en el  resto del mundo, ¿por qué no en Colombia?

Otra tema que es importante mencionar es que este tipo de proyectos tienen que ir acompañados de subsidios del estado para su construcción y sus operaciones, ¿por qué? Porque en la mayor parte del mundo donde están operando no son usados como un negocio que vaya a generar utilidades desde su operación en sí, son sistemas de transporte que impactan fuerte y positivamente la economía de un país, y por ahí es donde generan recursos, en valorización de terrenos por donde pasan, en las dinámicas de negocios que se generan dónde llegan, en los impuestos que generan todas esas actividades económicas que nacerán por esas conexiones entra ciudades y pueblos.

Entonces que no hagan cuentas de multiplicar número de pasajeros por valor del tiquete y tratar de sacar de allí el dinero para la construcción y su operación porque por ahí no son los números, esto es un proyecto que tiene y debe ser estructurado desde el estado y la empresa privada con multitudes de aristas que deben ser tenidas en cuenta para que las cuentas salgan.

Pero si les digo algo desde mi experiencia vivida acá, y es que por donde pasa y llega un tren de estos, los de alta velocidad, he visto pueblos olvidados y destrozados pasar en pocos años a ser zonas atractivas para la inversión que explotan en desarrollo y evolucionan a una dinámica económica de cero a millón.

Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé

¡Un abrazo!

Álvaro Royo Bárcenas

Xiamen-China

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