El lote de la planta eléctrica de Manga y un hotel en Shanghái – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- 2 de octubre de 2022.- Hay países que no tienen territorio y se extienden hacia el mar; hay países que solo eran desiertos y hoy exportan alimentos porque convirtieron esos desiertos en campos fértiles; transformar nuestras limitaciones en ventajas con grandes proyectos de ingeniería, que el solo logro de este ya sea una atracción productiva como tal, independientemente al uso que se le dé.

Manga es un barrio que pertenece a Cartagena pero que a la vez está separado de ella, sus canales le dan una independencia que siempre te hacen sentir que estas llegando a otro lugar, aunque la esencia del barrio de antes con su casas aristocráticas, mansiones históricas  y callejones de bolsillo se ha perdido por culpa de ese desarrollo urbano mediocre de planes parciales mezquinos y poco visionarios, aún conserva ese tufillo señorial que siempre le caracterizó.

Manga era un barrio que siempre fue para caminárselo, para andar por él, porque en cada cuadra ibas descubriendo maravillas arquitectónicas, casas que fueron diseñadas para perdurar, para hacer historia, al doblar una esquina te encontrabas con la bahía y cambiaba el panorama pero igual el recorrido era de ensueño, adicionalmente en época de cosecha podías llegar a tu casa con las manos llenas de mangos por los centenares de árboles de esta fruta originaria de la India que fueron sembrados allí.

Tenía yo 7 años cuando mi mamá me llevaba a visitar a mi amigo Fernando Gamba Suárez, que unos años después él y su familia se irían a vivir a Guatemala pero nuestra amistad nunca se perdió y aún seguimos charlando permanentemente, el caso es que Fernando vivía en la esquina de la bajada del puente Román una vez pasabas la estación de servicio, allí desde la terraza de su casa sentíamos el ruidoso estruendo cuando la plata eléctrica de Manga entraba en funcionamiento, esta planta con los años dejó de funcionar y ya todos ustedes saben la historia del lío con este lote que acaba de ser devuelto al Distrito de Cartagena.

Este lote de poco más de 2 hectáreas, aunque está en una zona exclusiva de la ciudad, cuenta con una serie de limitaciones, algunas que tiene que ver con la historia del sector y su ubicación al lado del fuerte del Pastelillo, otro que tiene que ver son las limitaciones del POT (plan de ordenamiento territorial) de Cartagena y las prohibiciones que existen para construir en sótanos,  el tema histórico se entiende, pero yo no acabo de entender esto de que la ciudad se niegue a construir en el subsuelo con la enorme cantidad de posibilidades de negocio y de usos que ahora mismo no se exploran por existir esa normativa primitiva.

Yo vivo en una ciudad a nivel del mar y todas las construcciones sin excepción tienen usos a nivel de sótano, incluso los propietarios de vivienda siempre amplían hacia el sótano construyendo, gimnasios, piscinas, parqueaderos, habitaciones etc. en el subsuelo, además de valorizarse su propiedad mientras la viven puede disfrutar de espacios más amplios y nuevas áreas, todos los edificios y centros comerciales tienen sus parqueaderos y muchos de los locales comerciales en el subsuelo, hasta 4 y 5 pisos, con lo costoso que es el m2 en Cartagena y nosotros sin poder utilizar los lotes en ambas direcciones, quiero decir hacia arriba y hacia abajo.

El tema es que luego de mirar ese lote de la antigua planta eléctrica de Manga y ver las limitaciones que tiene y saber que el condicionamiento histórico no lo podemos cambiar porque sería técnicamente imposible mover el fuerte del Pastelillo de allí, entonces nos queda tocarle la puerta a los caballeros que están diseñando el nuevo POT para que cambien un articulito que permita aprovechar ese lote y de paso meter la actividad de la construcción de Cartagena en una dinámica que lo único que va a traer son beneficios.

Al ver este lote y sus limitaciones y ver de qué manera pudiera sacarle el mejor provecho para una ciudad que necesita ingresos y que este mismo proyecto puede de paso financiar el túnel para la conexión vial Puente Román-Bocagrande se me vino a la mente el hotel Intercontinental Wonderland en Shanghái construido dentro de una excavación de una antigua mina abandonada, además del retador trabajo de ingeniería, en el fondo crearon una lago ornamental con una especie de mundo acuático y muchas de las habitaciones están sumergidas en ese lago así como el restaurante incluso el lobby tienen paredes de vidrios que funcionan como acuarios gigantes que puedes observar en muchos de los espacios del hotel.

Definitivamente espectacular, con el hotel, centro comercial, parques, sitios de entretenimiento y atracciones turísticas, estos son proyectos que desarrolla el Distrito de la mano con la empresa privada y luego se entregan en arriendo a cadenas  hoteleras por espacio de 20 o 30 años en subastas de martillo a la mejor oferta. 

El lote sigue siendo de la ciudad, el proyecto también, y los ingresos serán mensuales y en miles de millones una vez cancelados los valores de la inversión.

Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema con mucho gusto les responderé

¡Un abrazo!

Álvaro Royo Bárcenas

Xiamen-China

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