Los recursos que faltan a la protección costera ¿cómo conseguirlos? – Opinión de Pedrito Pereira

Por Pedrito Pereira Caballero (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 4 de noviembre de 2022.- Las obras de protección costera están de moda y no precisamente por lo positivo de las mismas, sino porque hacen falta recursos (más de $20 mil millones) para la culminación de la primera fase, LO CUAL INCLUYE simultáneamente con deuda con la interventoría, situación que obliga a paralizar las obras.

Esto ha generado una preocupación en muchos sectores. Ante el pronunciamiento oportuno que hizo el Consejo Gremial y algunos artículos de opinión por parte de representantes de la JAC de Bocagrande, he decido escribir estas líneas para recordar cómo se consiguieron los recursos de este proyecto por un valor aproximado a los $182 mil millones.

Tuve la oportunidad de participar como congresista y como alcalde para conseguirlos. Por eso preciso recordar cómo, después de todo el trámite durante el último periodo que estuve en el Congreso de la República en la Cámara de Representantes, desde el 2014 al 2018, siendo este el segundo periodo del presidente Juan Manuel Santos, nos dimos a la tarea de estructurar y consensuar lo que hoy se llama la Ley del Sitio o Ley 1784 del 2016, cuyo contenido se ha divulgado en otras columnas.

Recuerdo que siendo alcalde Manolo Duque, se hizo un evento en el Castillo San Felipe de Barajas donde se sancionó y se firmó la mencionada ley por parte del señor presidente.

Seguidamente como congresista, me dediqué a que la Ley del Sitio se pudiera materializar y, con base al derecho de petición parlamentario, solicitamos recursos para que se realizaran los proyectos del Plan Maestro de Drenajes Pluviales y la Protección Costera en la ciudad de Cartagena. En ese momento, por instrucciones del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el viceministro técnico de Hacienda, Andrés Escobar Arango, nos respondió que se tramitaba una modificación al presupuesto nacional, meses después de que se había promulgado la Ley del Sitio.

Así mismo, dentro del proyecto de Ley No 247 de 2017 en la Cámara y No 223 en el Senado, donde se hacía una modificación al Presupuesto General de la Nación para la vigencia fiscal del 2017, se indicó que ahí estaban previstos los recursos para desarrollar el proyecto de protección costera en la ciudad de Cartagena y que, además, serían complementados con la autorización de vigencias futuras.

Hecho este trámite parlamentario, y realizando el control político que nos correspondía, se aprovechó una reunión en la Casa de Huéspedes aquí en Cartagena, para conocer la información por parte del señor presidente, quien anunció que en virtud de la Ley del Sitio se otorgaban los primeros 100 mil millones de pesos para el proyecto de la obra de Protección Costera. Como parlamentario, tuve la satisfacción de haber tramitado estos recursos. Creo con esto haber mostrado a través de esta experiencia, lo importante que resulta para la ciudad y la región, la gestión parlamentaria de los partidos de gobierno, logrando no sólo captar su atención, sino que una vez se tengan los proyectos estructurados como en este caso, se aprovechen las reformas tributarias, modificaciones del presupuesto y asignaciones de regalías, de tal forma que se pueden incluir partidas para proyectos como se hizo en el 2017.
Posteriormente, la vida nos dio la oportunidad de asumir la Alcaldía de Cartagena en octubre de 2018, y encontramos que todavía el proyecto tenía inconvenientes para su contratación, y entonces nos dimos a la tarea, con el apoyo del presidente Ivan Duque, que lo consignado en las normas expresadas anteriormente siguieran incluidas en las vigencias futuras de la Nación. Finalmente, fueron garantizadas y los recursos comprometidos por el expresidente Juan Manuel Santos se respetaron, pero exigieron la contraprestación del Distrito con el aporte de una parte de los recursos. Ante esta situación, nos dedicamos, con el apoyo de los gremios y de la Universidad de Cartagena, en el aspecto técnico, a subsanar esta realidad. Es decir, me correspondió como alcalde culminar lo que había empezado como congresista. De esa manera, tramitamos un crédito bancario y en enero de 2019, entregamos a la Unidad Nacional Para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD) la suma de 60.000 millones de pesos que le correspondían al Distrito, para que se iniciara  la etapa contractual. En todo el 2019 se socializó la obra con gremios, líderes cívicos, comunales, vendedores y actores de playa, pescadores, sector hotelero y demás afectados con los trabajos. Una vez realizado lo anterior, nos comunicaron que faltaban los recursos para la fase de El Cabrero y nos dimos a la tarea de conseguir los $22.000 millones de las regalías que le correspondían al Distrito de Cartagena para aportarlas al proyecto, lo cual finalmente se logró. Es decir, fueron $82.000 millones conseguidos durante mi encargo en la Alcaldía de Cartagena.
En esta situación de alarma que hoy se enciende, el mensaje que queremos dejar es que nuestra bancada de congresistas, autoridades locales, gremios y el Gobierno Nacional no deben dejar que este proyecto quede inconcluso o tenga graves traumatismos. Se pueden solicitar recursos al Gobierno central aprovechando la Ley del Sitio o alguna modificación del presupuesto nacional, e igualmente se pueden volver a utilizar los recursos de regalías. Hasta el momento no tengo información real de una sola megaobra que se esté desarrollando en estos casi 35 meses de gobierno de William Dau con recursos de regalías. Hay muchas alternativas para que el proyecto no quede inconcluso y no tenga más tropiezos. He leído algunas declaraciones en la prensa local de algunos funcionarios del Distrito, quienes manifiestan que ese proyecto es competencia de la UNGRD y la Nación, lo cual no es cierto ya que el mismo fue estructurado por el Distrito y liderado por el Departamento de Valorización, a quienes se les olvida que la ejecución del proyecto se hace con $82 mil millones del presupuesto de la ciudad. En conclusión, se necesita voluntad, decisión, sentido de pertenencia, un mínimo de conocimientos y unión de todos, porque la protección costera es de la ciudad y a ella le debe responder.