Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- 1 de octubre de 2023.- Así como en economía la última palabra no está dicha, pareciera que tampoco en urbanismo se puede dar por sentado que todo ya está escrito, cada día salen a la luz nuevas tendencias y nuevas teorías que reescriben la anterior, y algunas parecieran ser una paradoja que cuesta, o por lo menos, lleva tiempo entenderlo.
Por temas de materiales, sociales, de seguridad, climáticos y algunos otros más, las ciudades durante milenios tendían a ser compactas, no tanto como pensaríamos que los urbanistas y planificadores de la época hubieran querido, las limitaciones en cuanto al tema de materiales casi que marcaba el destino de ellas, limitaciones que se han ido desvaneciendo a medida que las nuevas tecnologías nos han dado herramientas para que esto cambie.
Ya más recientemente cuando los temas de seguridad, hace unos 150 años más o menos, dejaron de ser un condicionante de crecimiento y expansión, las murallas cayeron y solo el horizonte era el límite, esta tendencia se ha ido revaluando en décadas recientes, cuando la disponibilidad de nuevas estructuras permitían elevarnos para tener ahorros de energía y tiempo en desplazamientos, nuevas tendencias nos dicen, nos prueban y comprueban en nuestros días, que el crecimiento debe ser vertical mas no horizontal.
¿Si? Pues eso parece estar siendo cuestionado con proyectos que le plantean a uno interrogantes mayúsculos, y que te hacen pensar que si antes el horizonte era el límite, y luego, el cielo era el límite. Por eso poder llegar a las nubes si los materiales te lo permitían entonces las ciudades debería ser una especie de Manhattan, con los matices y colores que le diera cada país.
El proyecto del cual hablo es ciudad lineal en Arabia Saudita, una ciudad de 170 kilómetros de largo que rompe con todo lo hasta ahora urbanísticamente conocido, al verlo, analizarlo, profundizar en los argumentos que han llevado a estos planificadores urbanos modernos a llegar a la conclusión que las ciudades deberían crecer horizontal, vertical pero lo más curioso aquí es que tiene que ser de manera lineal, ¿por qué de manera lineal? Pues por todo el ahorro que tendrías en muchos aspectos que harían de esa ciudad lo más cercano a tener una eficiencia de porcentajes cercanos al 100%.
Ubicada esta nueva ciudad, esta nueva propuesta urbana, en el desierto, pudiéramos pensar que ha sido creada de esa manera para solucionar un tema climático, y que solo con ese modelo pudieras generar algo donde se puede vivir y convivir en un lugar tan inhóspito, pues yo no lo he visto así, creo que aplica de manera totalmente valida como un modelo a seguir para que las ciudades crezcan hacia sus ciudades y municipios vecinos, no hacia las periferias de la manera como hoy se plantean los nuevos proyectos, sino crecer a lado y lado de la autopista que comunica a Cartagena con Barranquilla, por ejemplo, una ciudad lineal por la vía al Mar, otra por la Cordialidad y otra por la Troncal de Occidente.
Y ya me dirán que no tenemos los petrodólares de los saudíes para emprender semejantes proyectos, pero lo que planteo en este ejercicio soñador, pero viable, es que todos los esfuerzos y recursos que hoy empleamos en crecer hacia tierra de nadie que no va a ningún sitio, crecer de manera lineal hacia otros centros urbanos incrementaría las posibilidades de conexión, los mismos proyectos generarían recursos para financiar las infraestructuras que se necesitan, o mirándolo de manera contraria, las infraestructuras que se crearían para generar ese desarrollo lineal traería dinámicas económicas que jalonarían la economía de las ciudades conectadas a niveles del primer mundo.
Estamos conectando las ciudades de Colombia con dobles calzadas, sí, dobles calzadas que atraviesan el desierto literalmente, porque a lado y lado de la vía no hay nada, pero y si esas dobles calzadas estuvieran acompañadas de una legislación en temas de usos del suelo que permita a los propietarios de esos terrenos edificar, urbanizar en una franja de 250 metros de ancho a lado y lado de la vía, creando una ciudad lineal de 100 kilómetros de largo (más o menos) que separan a Cartagena de barranquilla sobre la vía al mar por 500 metros de ancho, para desarrollar esa ciudad lineal que uniría a estas dos ciudades de una vez por todas.
La doble calzada para vehículos, también carriles de solo buses pero con una línea de tren de alta velocidad de ida y vuelta con estos saliendo cada media hora y conectando una distancia que hoy se necesita una hora, en menos de 20 minutos.
Pudiéramos pensar que no es un concepto nuevo, ya que las grandes avenidas dentro de una ciudad eran básicamente eso, una infraestructura vial que generaría desarrollo a lado y lado de ella, pero este concepto de conexión lineal entre ciudades va mucho más allá, porque se le pone un límite a lado y lado en metros para que no exista el desborde desordenado que luego plantea nuevos retos y gastos de recursos para los gobiernos.
¿Quién no puede caminar 500 metros? En ese límite estaría parte de la magia que con este nuevo planteamiento los saudíes le estarían planteando nuevos retos a las ciudades a nivel mundial.
Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé
¡Un abrazo!
Álvaro Royo Bárcenas
Xiamen-China
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