Personas condenadas por delitos sexuales no podrán trabajar cerca de menores de edad: avanza proyecto de ley

Según el Instituto Nacional de Medicina Legal, solo en el último año se han registrado más de 19 mil casos de abusos sexual contra menores de edad en Colombia, es decir más de 50 por día. El mayor porcentaje corresponde al grupo de 12 a 17 años, con 10.713 casos (55.86%), seguido por el grupo de 6 a 11 años, con 6113 (31.88%.)

Bogotá, 20 de mayo de 2024.-  A último debate pasa el proyecto de ley que reforzará las medidas para evitar la violencia sexual contra los niños.

La iniciativa, discutida en la Comisión Primera de la Cámara y aprobada por unanimidad, establece claramente en qué oficios o profesiones tendrán inhabilidad las personas condenadas por delitos sexuales contra menores de edad. Esto como parte de la reglamentación del registro de abusadores sexuales que hoy es ley de la República.

La normativa, de autoría de la senadora Nadia Blel y sancionada en 2018, establece inhabilidades para ciertas profesiones o cargos que involucren una relación directa y habitual con menores de edad, esto a través de un registro que todas las entidades, tanto públicas como privadas, deben consultar antes de contratar personal. Sin embargo, la Corte Constitucional solicitó que sea el Congreso quien detalle los plazos y cargos de esta inhabilidad.

“Justamente son los colegios, los centros recreativos o espacios deportivos, donde con frecuencia se registran casos de abuso sexual contra nuestros niños. Con esta iniciativa buscamos garantizar que esos espacios sean seguros, pero sobretodo que las personas que tengan bajo su cuidado a nuestros niños sean las personas idóneas y así prevenir que los abusadores sexuales tengan cercanía con ellos y puedan volver a cometer delitos tan dolorosos”, indicó la senadora.

Según cifras de Medicina Legal solo en el último año, con fecha de corte al 10 de abril de 2024, se reportaron 19,192 casos de abuso sexual contra menores, es decir, 53 casos por día. Muchos de ellos fueron perpetrados por personas de su mismo entorno, un dato doloroso que, para la agencia de derechos de derechos humanos Pandi, hace que este sea “un país peligroso para la niñez”