Erosión costera – Opinión de Antonio Correa

Por Antonio Correa Jiménez (Senador de la República). 19 de junio de 2024.- Es una problemática que afecta gran parte del litoral Caribe siendo los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico y Antioquia quienes más ven expuestas sus playas a este fenómeno derivado de la misma condición de cambio climático. El objetivo de este escrito no es saber por qué se produce la erosión costera, es determinar en qué se utilizan los recursos que por ley le corresponderían a nuestro Caribe colombiano, y se les ha negado históricamente; quizás por la única razón de muchos de estos puntos críticos como los de Arboletes, Puerto Escondido, Los Córdobas, Moñitos, Tolú, pertenezcan a la tierra del olvido, esa Colombia dispersa y profunda que guardamos la esperanza que en este gobierno sean tenidas en cuenta.

En el marco jurídico, el cumplimiento de la ley 856 en su artículo primero de 2003, que es una modificación al artículo séptimo de la ley primera de 1991 en su parágrafo primero, menciona que la contraprestación que reciba la nación por concepto de zonas de uso público e infraestructura a través del Invías o quien haga sus veces se destinará especialmente a ejecución de OBRAS DE PROTECCIÓN DE ZONA COSTERA, dragado de mantenimiento y/o profundización construcción, y/o mantenimiento de estructuras hidráulicas de los canales de acceso a todos los puertos de carga a cargo de la nación. 

Deshilando paso a paso este rollo de las inversiones encontramos que el estado a través del Invías recibe aproximadamente 105.000 millones de pesos por año de los cuales hemos encontrado las siguientes inversiones curiosas: Terminación del Túnel de la Línea y segunda calzada Calarcá-Cajamarca, con un valor de la obra $ 117.220.345.724 firmada en el año 2017, interventoría para la terminación del Túnel de la Línea y segunda calzada Calarcá – Cajamarca- valor $12.671.944.637 firmado en 2017, la culminación construcción túneles cortos, la vía a cielo abierto, puentes, y la llegada al municipio de Cajamarca-segunda, con valor $ 19.533.528.977 y interventoría de $ 1.932.345.482 $  y la variante Calarcá-Circasia por valor de $5.555.186.899, entre otros.

Analizando esta contratación se podría decir que la inversión en esos municipios de la Colombia profunda poco o nada le interesan a el centralismo histórico que marca nuestra patria, con el agravante de que las inversiones son inequitativas, y representan lo que gobierno tras gobierno reflejan en los municipios olvidados de nuestra geografía colombiana, y la erosión costera no es la excepción a esta norma. Siempre existirá una justificación técnica al incumplimiento, con tecnocracias como que el túnel de la Línea que está a muchos kilómetros de distancia del puerto de Buenaventura hay que hacerlas como sea y si es en Armenia no importa, es el Eje Cafetero, que requiere vías 4G, y la inversión social para que nuestros pueblos no desaparezcan del mapa poco o nada importa, nos toca, como en la obra del maestro García Márquez «El coronel no tiene quien le escriba», esperar un derecho que no es priorizado, por el centralismo cachaco.

Pedimos desde esta columna a Invías que eche una miradita con equidad a nuestros municipios del Caribe profundo y olvidado antes de que el mar siga desplazando a miles de familias.