Por Luis Eduardo Brochet Pineda.- (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 17 de septiembre de 2024.- Hace unos 45 días, integrantes de la PEÑA TAURINA EL CLARÍN y del grupo NUEVA LIDIA, nos reunimos virtualmente con integrantes y amigos de la Organización TAUROMAQUIA MEXICANA, entidad civil sin ánimo de lucro con 12 años de antigüedad y de vida institucional, en defensa de las artes taurinas, la cultura y las tradiciones alrededor del toro y su cultura centenaria sobre el territorio mexicano. Fue una reunión muy agradable, dónde pudimos apreciar la estructura organizacional de esta agremiación, sus principios estatutarios y de gobernanza, así como el trabajo conjunto para planificar, por un lado, la defensa política y legal de la fiesta, así como la divulgación universal de la tauromaquia y por el otro, su pedagogía, mercadeo, sostenibilidad y fomento.
De manos de su presidente, Don Manuel Sescosse, TAUROMAQUIA MEXICANA celebró el pasado 4 de julio su asamblea plenaria semestral dónde se informó sobre las actividades de la organización, con la asistencia de senadores afectos a la tauromaquia y las tradiciones taurinas y más de 70 Consejeros a nivel nacional entre los cuales se encontraban los líderes de los sectores profesionales (Ganaderos, toreros, empresarios, veterinarios, comunicadores y periodistas taurinos; aficionados, abogados taurinos, representantes de los capítulos y de las escuelas taurinas, etc.).
La sensación que tuvimos en esa reunión fue la del enorme compromiso y del decidido apoyo profesional corporativo que entre todos los asociados existe, sin egoísmos o tardanzas, para abordar, en los tiempos adecuados que puedan y deban dedicarse a la causa misional de la organización, con todo el entusiasmo: la defensa, la enseñanza y el fomento de la tauromaquia en todo el territorio mexicano, con proyección e interés universal hacia los restantes siete países taurinos del planeta.
TAUROMAQUIA MEXICANA tiene diversos capítulos a nivel nacional; asocia a una gran cantidad de aficionados, taurinos, profesionales, sociedades, políticos y medios de comunicación, quienes cumplen con una cuota de sostenimiento diferencial para el cubrimiento de gastos básicos de logística y personal asistencial, mientras hacen presencia en redes sociales, página web, publicaciones y la debida representación parlamentaria, para identificar, prevenir y concertar con aquellos intereses contrarios y/o perjudiciales para la fiesta, en ese nivel político.
Indudablemente, los intereses financieros multinacionales del falso animalismo y del apocalíptico ecologismo del cambio climático, es la “nueva filosofía woke – progresista”, que tiene una engañosa acogida política traducida en cuantificación del voto a cambio de la destrucción del agro, de las libertades, de los valores ancestrales y las tradiciones históricas, mientras se animaliza al ser humano y se humaniza al animal.
En Colombia, no vimos llegar estas tendencias peligrosas para todo lo relacionado con nuestra herencia hispánica, y es así como la tauromaquia vino a ser degradada por unos grupos violentos de izquierda identificados como defensores y promotores de los derechos de los animales, que más bien han creado una concepción fanática y absurda alrededor de ello, y de otros usos culturales, que amerita una reorganización seria y decidida, para hacer frente, sin complejos ni reservas personales o profesionales, a esta realidad que nos tiene hoy en desventaja con una ley prohibicionista que echa por tierra de un plumazo, 400 años de libertad cultural e identidad iberoamericana.
Necesitamos pensar colectivamente en organizar TAUROMAQUIA COLOMBIANA, entidad sin ánimo de lucro; una ONG que asocie a todo el sector taurino y de aficionados; que pueda establecer alianzas y convenios con organizaciones y fundaciones similares en Europa, México y Sur América; que tenga su propio diseño organizacional y estructura, bajo principios jurídico – sociológicos que nos identifican, unos objetivos y una misión estatutaria bien definida, democrática, transparente e inclusiva con otras actividades que se refieran al toro, al caballo, al gallo de pelea y demás tradiciones conexas. TAUROMAQUIA COLOMBIANA tendrá, al menos, diez capítulos para iniciar (Bogotá, Eje Cafetero, Región del Valle del Cauca, Antioquia y Región Caribe); tendrá el desafío de retomar y organizar las diferentes Escuelas Taurinas y otros menesteres apenas necesarios para empezar de nuevo, y no volver a quedar rezagados, pasivos y maniatados.
¡Aquí dejo la inquietud y manos a la obra!
*Economista y Abogado