Prende el foco – Opinión de Álvaro González Fortich

Por Álvaro González Fortich (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 10 de marzo de 2025.- ¿Las fiestas Carnesto qué?

Carnestolendas. Se vive la fiebre del Carnaval y la historia todavía no se pone de acuerdo sobre si bajaron por el río Magdalena hasta Barranquilla o sí, río arriba, llegaron a los muchos municipios que la celebran en Bolívar y otros departamentos.

Lo cierto es que el Carnaval se celebró este año con un derroche de fiesta y alegría como en cada una de sus ediciones. Pero de lo que quizás no se habla lo suficiente es de sus profundos efectos en el turismo, empleo, cultura y economía local.

Las industrias creativas son un motor importante en la economía y quizás se ha subvalorado su potencial transformador.

Según cifras del alcalde Alejandro Char, el Carnaval de Barranquilla le dejó $850.000 millones a la economía local, con la llegada de 710.000 visitantes que ocuparon el 80% de la oferta turística de la ciudad y cerca de 53.000 empleos fueron generados a partir de esto. Se nota claramente que el Carnaval no es solo una expresión de cultura, tradición y alegría de quienes lo disfrutan, sino que también es un importante renglón económico de esa ciudad.

Desde la Fundación Santo Domingo creemos en la apuesta de valor al patrimonio inmaterial de las ciudades como medio para su desarrollo. En Cartagena también ponemos en práctica esta máxima con eventos de talla internacional que, por iniciativa privada, tales como el Hay Festival y el Festival de Música, han llegado para quedarse.

El reto seguirá siendo lograr que nuestras fiestas tradicionales no solo sean perdurables en el tiempo, sino que florezcan y vuelvan a ser motivo de orgullo de todos los cartageneros, y a su vez traigan empleo, turismo y recursos para toda la ciudad.

Sin duda el alcalde Dumek le ha dado un espaldarazo a este tema. La prueba de esto fueron unas fiestas dignas e impecablemente organizadas en el 2024. Sin embargo, el llamado que busca hacer esta columna es a que nos preguntemos como ciudad ¿cómo hacer para que nuestras fiestas trasciendan? teniendo en cuenta todo lo que se puede aportar con el involucramiento de otros sectores y con la mente en la meta clara del progreso y el crecimiento integral de la ciudad.

Si manejamos las expresiones culturales y artísticas como un sector económico importante en la ciudad, lograremos que los artistas y gestores culturales tengan los recursos para desarrollar todo el potencial económico y cultural que las fiestas representan para Cartagena. La cultura tiene que ser una opción viable como sustento económico y una afirmación a la identidad de los cartageneros, no una actividad secundaria que se realice por puro amor al arte.