
Por Ambrosio Fernández (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 4 de mayo de 2025.- Cartagena y Bolívar viven un momento destacado en su liderazgo político, gracias a la gestión del alcalde Dumek Turbay y del gobernador Yamil Arana, quienes se han posicionado entre los mejores mandatarios del país. Según la más reciente encuesta de Invamer, Turbay lidera la lista de alcaldes con un 77% de aprobación ciudadana, y Arana encabeza el ranking de gobernadores con un 65% de favorabilidad. Más allá de las cifras, estos resultados reflejan gobiernos cercanos, activos y comprometidos con la ciudadanía.
Dumek Turbay ha demostrado que gobernar con decisión y conocimiento del territorio es posible. En apenas meses de mandato, ha reactivado obras, reforzado la seguridad y conectado con los barrios populares. Su estilo directo y su presencia constante han devuelto parte de la confianza perdida en años anteriores. Cartagena, que venía de una profunda crisis institucional, empieza a recuperar el rumbo bajo su administración.
Yamil Arana, por su parte, ha logrado combinar el desarrollo económico del departamento con una agenda social sólida. Su cercanía con las comunidades, sumada a una visión estratégica del territorio, le han permitido avanzar en proyectos clave de infraestructura, turismo y medio ambiente. Su gestión demuestra que sí se puede gobernar con resultados y sin escándalos.
Ambos mandatarios también han sido reconocidos por su innovación en comunicación digital. En los Toro Digital Awards, Turbay fue premiado como el alcalde con mejor desempeño en redes, y Arana como el gobernador con mayor presencia digital. Este tipo de comunicación abierta fortalece la relación con la ciudadanía y transparenta la gestión.
Además, tanto Turbay como Arana han apostado por la identidad cultural y deportiva como motor de cohesión social. Prueba de ello es el respaldo decidido que ambos han dado al Real Cartagena, no solo en lo simbólico, sino también en lo institucional. Este impulso ha revitalizado la esperanza de los hinchas y ha devuelto protagonismo al equipo como emblema de la ciudad.
Hoy, Cartagena y Bolívar tienen dos líderes que gobiernan con propósito y con los pies en la tierra. El reto será mantener ese ritmo, proteger la gestión de intereses clientelistas y dejar una huella transformadora. Porque cuando se lidera con compromiso, la política puede volver a ser esperanza y no frustración.