El sabor amargo de Néstor Lorenzo – Artículo de Ricardo Bello

Por José Ricardo Bello Espinosa (Director de Revista Córner).- (Especial para Revista Zetta).- Faltando tres jornadas para terminar las eliminatorias de Conmebol, un aire de preocupación e incertidumbre ronda el entorno de la Selección Colombia. El empate con sabor amargo ante Perú dejó una estela de dudas entre los hinchas colombianos en el estadio Metropolitano.

Dialogando con dos compañeros con los que compartimos la Copa América en los Estados Unidos, Carlos Caballero del diario El Universal y Juan Carlos Revollo de Mundo Deportes, nos queda el interrogante: ¿Cómo en menos de un año una Selección Colombia había bajado tanto de nivel? Concluimos que estos partidos dependen mucho del momento futbolístico de los jugadores, pero que el técnico debe tener claro cuáles son los jugadores con los cuales puede lograr su objetivo. El problema es que, de acuerdo al momento, no pueden ser los mismos, y si no están en un buen momento, hay que acudir a las variantes.

Frente a Perú, Néstor Lorenzo movió la alineación más por necesidad que por convicción y la presentación fue realmente vergonzosa, dejando el interrogante: ¿si merecemos estar en el Mundial? Estas eliminatorias han sido muy extrañas. Colombia le ganó a Brasil por vez primera en esta competencia y derrotó a Argentina de local con buenos argumentos futbolísticos. Las cuentas alegres decían que si ganábamos los partidos de local estaríamos clasificados a estas alturas, pero de allí en adelante, luego de perder ante Uruguay, Ecuador, Brasil, empate con Paraguay y Perú de local, ya esas victorias carecen de valor ante los puntos cedidos de local, algo que había sido una fortaleza anteriormente. La tabla de posiciones muestra al seleccionado colombiano con 21 puntos clasificado, pero más cerca, como está jugando, de disputar repechaje que de clasificar directamente. A Colombia le sigue en la tabla de posiciones Venezuela con 18 puntos, que está ansioso de estar por vez primera en un Mundial de Fútbol.

La Selección Colombiana enfrentará el martes a Argentina en un partido donde sus posibilidades son nulas con lo visto en el Metropolitano. Tendrá mucho que hacer el de Néstor Lorenzo para recuperar esa identidad futbolística que mostró en la Copa América 2024. Arañar un punto al menos en territorio gaucho sería valioso, en medio de estas tinieblas futbolísticas que muestra Colombia en su funcionamiento, donde su técnico Néstor Lorenzo tiene que responder por el comportamiento en el terreno de juego.

Decir y escudriñar sobre lo visto en Barranquilla es llover sobre lo mojado. La falta de ritmo de James, la falta de profundidad en la llegada, en fin, preocupa y genera la pregunta: ¿cómo se va a hacer para enfrentar a Argentina? ¿Será esperar una genialidad de Luis Díaz? Porque generación de juego no se ve. Da temor este partido, donde ojalá salga la mística y la casta del equipo colombiano. Los argentinos, dirigidos por Scaloni, tienen delanteros como Julián Álvarez y Lautaro Martínez, peligrosos y cartas importantes para definir.

La nómina colombiana no es la mejor ante las ausencias de Johan Mojica, Jhon Córdoba. El martes se puede contar con Luis Díaz, quizás la carta que tiene para desequilibrar. Aparte del bajo nivel mostrado por los jugadores titulares, en el banco hay que tener cuidado para evitar tarjetas amarillas de algunos jugadores para las dos últimas jornadas. Mientras se madura Jorge Carrascal, quien solo es convocado y no tiene minutos, la juventud de Yaser Asprilla podría aportar. Lo que sí está claro es la confusión reinante, que solo ha logrado dos puntos de quince posibles en los últimos cinco partidos.

¿Qué falta por jugar? Un partido en Argentina, donde las posibilidades de sumar parecen ínfimas. Y dos partidos: uno de local en el Metropolitano ante Bolivia, donde estamos obligados a sumar para llegar a la última fecha frente a Venezuela al menos con 23 puntos, parcialmente clasificados o con la posibilidad de decidir quién va al repechaje con Venezuela, algo que sería frustrante.

La evaluación del cuerpo técnico la brindan los resultados. A diferencia de los torneos locales, se tiene una desventaja: que se cuenta con los jugadores solo unos días previos al compromiso. Pero lo que es igual no es ventaja. De ahí lo importante de escoger por el momento futbolístico y dejar a un lado la preferencia por jugadores, que eso perjudica al equipo. Donde está rindiendo se juega, si no, buscar alternativas. Esas son las que debe mostrar Colombia en estas últimas tres fechas. Si no, mirar qué hacer: una reevaluación y pensar en nuevos procesos. De la Colombia de la Copa América en su funcionamiento solo queda el recuerdo. Esperemos que contra Argentina se despierte ese pundonor ante una selección a la que se le han hecho buenos partidos, y ojalá puedan dar una sorpresa en el marcador que le permita soñar con la clasificación directa en este nuevo formato diseñado por FIFA, que brinda seis cupos a sudamericanos y un repechaje.

Esperemos que los resultados se den para poder estar presentes en el Mundial de Fútbol 2026 y que Néstor Lorenzo muestre que tiene con qué conducir la selección y brindar un nivel competitivo. Para eso, tendrá que, como los celulares, brindar una nueva versión 2025, porque la que tiene se quedó corta en funcionamiento ante las exigencias de la competencia. Eso se logra buscando nuevas piezas que generen eficacia en los resultados.

Lo que está claro es que se logra con buen fútbol, no con videos, campañas, imágenes, redes sociales. Eso es complementario; la esencia está en el terreno de juego y esa hay que recuperarla para llegar y pensar en el Mundial 2026.