No sé sabe cuál es el inane misterio de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Cartagena para cubrir con un manto de silencio y justa preocupación el proceso de selección del nuevo director (a) de esa entidad, llamado aparatosamente “Presidente Ejecutivo”.
Lo único transparente hasta el momento ha sido el acto de convocatoria y los requisitos mínimos para aspirar. De allí en adelante todo ha sido un pésimo ejemplo de cómo tornar algo que debió ser abierto y cristalino (informado) en un hermético domo.
Nunca se han mencionado los nombres de los 24 inscritos , ni de los ocho clasificados, ni de los tres finalistas, si es que así ha sido.
El viernes se expidió un lacónico y lamentable comunicado, que es todo lo contrario del propósito de una comunicación: informar. El comunicado poco informa, y lo que hace es acrecentar las dudas del proceso.
Este es el comunicado: La Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Cartagena, informa que en la fecha se continuó con el proceso de selección de candidatos al cargo de Presidente Ejecutivo de la Entidad. En esta sesión se concluyó la etapa de entrevistas de los candidatos. En la siguiente sesión de la Junta Directiva se continuará con el proceso, que concluirá con la designación de la persona que administrará y representará legalmente a la institución, de cara al inicio de una nueva centuria de realizaciones y de compromiso con el desarrollo sostenible empresarial, social y cultural de la ciudad, la región y el país.
La única noticia es que el la “próxima” reunión de Junta habrá humo blanco y conoceremos el nombre elegido.
La decisión, no obstante, esta precedida de gigantescos lunares. Por ejemplo, no se ha informado cuáles son los criterios de selección, ni si hay puntajes, o si es por carita, o por padrinazgo, o por calificaciones, por millas, o por referencias. Tampoco se sabe si el cargo es para un verdadero líder, con criterio, capacidad administrativa, visión gremial y de ciudad. De igual forma nada se sabe de la sonada firma asesora, qué antecedentes tiene, cuáles procesos ha acompañado en otras partes.
Por causa de la Junta, todo lo que se sabe son rumores, algunos verdaderamente preocupantes que rayan en la clientela politiquera y en conciliábulos de caciques.
Según me dicen, esta es la lista extraoficial, por supuesto, de los 24 iniciales: Gloria Falla, María del Carmen Grau, Deidy García, Felipe Merlano, Claudia Fadul, Luis Carlos Sanabria, Edwin Salcedo, Cecilia Bermúdez, Jaime Hernández Amín, Tania Díaz, Marcela Ariza, Johny Pacheco, María Claudia Páez, Napoleón de la Rosa, José León Ballestas, Álvaro Viloria, Hernando Cepeda, Álvaro González, Julia Eva Pretelt, Virginia Gutiérrez, Luis Fernando López, Diego González, Enrique Lecompte y Emiro Lacayo.
De esta lista quedaron ocho: Gloria Falla, Jaime Hernández Amín, Marcela Ariza, María Claudia Páez, Nepoleón de la Rosa, Hernando Cepeda, Álvaro González y Julia Eva Pretelt. El Universal informó que Cepeda había retirado su nombre para dedicarse a un proyecto inmobiliario en la zona norte. Así que quedan siete nombres y la misma inmensa duda.
Reconstruir la confianza en la Cámara por cuenta de este proceso será un reto del “elegido”. Es claro que queda maltrecha la autoridad moral de la entidad para reclamar transparencia en otras facetas de la vida ciudadana cartagenera. ¿Con qué autoridad le va a pedir a una alcalde transparencia en la designación de un gerente de Transcaribe, o en una decisión de Acuacar, o en un POT o un PEMP si nunca dio ejemplo de ello en su propio proceso interno? Aunque entidad privada, no hay que olvidar que maneja asuntos y dineros públicos por deferencia especial de la ley.
Alguien me dijo que la decisión del mutismo obedece a petición de algún aspirante que trabaja en el sector privado y no quiere que se enteren que busca otros destinos. ¡Ajá: entonces el compadrazgo con el candidato vale más que el interés ciudadano en la publicidad de estos actos y la transparencia!
A las suspicacias no les queda otro camino que aparecer con todas sus inquietudes, pero la culpa es la deliberada desinformación de la Junta Directiva. Ni que fuera la elección de un Papa. Veleidades.