Opinión de Danilo Contreras.- Especial para Revista Zetta.- Padecemos la desgracia continua de equivocarnos en decisiones de Gobierno. Cito 3 casos: 1. Convertir a Bazurto en Mercado Mayorista – Minorista sin descentralizar el abastecimiento con la construcción de mercados sectoriales proyectados desde la época del traslado Getsemaní al sitio actual del mercado. 2. La deformación de la misión de Edurbe y el manejo corrupto de su contratación conforme se ha demostrado por fallos recientes. 3. No incluir en el contrato inicial de Gestión del acueducto y alcantarillado celebrado con Acuacar, lo referente a drenajes pluviales, circunstancia que ha servido ahora como argumento adicional para promover la aparatosa prorroga que se llevó por delante parámetros constitucionales y legales referidos a la autorización que necesitaba el Alcalde para enajenar infraestructuras del Distrito. Lo anterior sin mencionar recientes perlas como el esperpento de la loma – túnel de Crespo y Transcaribe.
A propósito del ya oneroso Transcaribe, llamo la atención sobre el debate que se adelanta actualmente en el concejo sobre la aprobación de recursos adicionales para culminar el proyecto por la bicoca de $125 mil millones. Y digo que es necesario estar atentos, pues en el primer intento de aprobación se incluyeron embuchados como el pago de demandas por $15 mil millones sin que fuera procedente según la ley, razón suficiente para que el concejo archivara el primer intento.
Ahora se debate nuevamente el proyecto de vigencias futuras por el mismo valor, pese a que se excluyó el embuchado referido. Esto es por lo menos curioso, pues una aritmética simple permite concluir, en gracia de discusión, que ahora lo solicitado debería ser $110 mil millones y no 125. Pero bueno, es probable que esta deducción sea la impertinencia de un lego.
Hay más dudas; el Conpes 3823 de 2014 autoriza que el gobierno nacional aporte recursos nuevos por $140 mil millones, siempre que el distrito coloque $84 mil millones a precio de 2013. Sin embargo las vigencias futuras se solicitan por $125 mil millones, vale decir, $40 mil millones más que el aporte exigido al Distrito en el Conpes. El sentido común indica que difícilmente ese desfase pueda corresponder a corrección monetaria, costos adicionales o financiación de la contrapartida distrital que terminaría de pagarse en 2020. La exposición de motivos del Ejecutivo no da suficientes explicaciones a este descuadre.
Opino acá en la cocina que no es razonable seguir aprobando endeudamiento sin que se conozca con suficiencia para dónde va el sistema, considerando que el gobierno nacional solo desembolsara su parte cuando se den ciertas circunstancias que brillan por ausencia tales como la reducción de la oferta paralela (léase mototaxismo y colectivos) puesto que no se conoce siquiera una política pública para aminorar, por lo menos, estos fenómenos, al punto que no existen censos que permitan caracterizar estas expresiones de economía informal. Poca claridad e improvisación parecen consignas.