Por JOHN ZAMORA.- Director Revista Zetta.- Si no hay nueva postergación, a finales de este año estaremos estrenando Transcaribe, ese aparatoso sistema de transporte público que nos ha tenido más de diez años en ascuas y que –se supone- aliviará el creciente problema de movilidad en Cartagena.
Para que el sistema funcione se requiere que varios elementos están listos: buses, estaciones, portales, talleres, proveedores, conductores…
No obstante, lo más importante del sistema es la gente. ¿Estará lista?
En Cartagena nos distinguimos por varios rasgos sociológicos negativos que debemos erradicar, como el “canibalismo” por envidia, el desorden para todo o la falta de valoración de nuestro patrimonio. Es por estas anti-conductas que vemos a los señores orinando las murallas, a las señoras botando basura por las ventanas de las busetas, o el matoneo social por envidia cuando alguien se destaca.
¿Cómo será nuestro comportamiento con Transcaribe? La respuesta parcial hasta el momento no es halagüeña. En primer término es el propio Trasncaribe el que no se ha hecho “querer” por las demoras, incomodidades y anomalías en su ejecución. Los portales construidos fueron dejados al garete y hoy son cueva de menesterosos. No hay puentes peatonales que lleven al futuro pasajero desde la orilla de la avenida hasta el separador donde está el portal. La arborización o paisajismo es reducida. No está construido el Patio Portal.
No obstante, se espera que con los recursos aprobados en el Conpes y de las vigencias futuras en el Concejo, se pueda encarar la recta final para poner a rodar el sistema antes que se termine el periodo del alcalde Dionisio Vélez, la gran meta de su gestión en el periodo atípico que le correspondió gobernar.
¿Seremos capaces?
Más allá de los cálculos sobre la tarifa, o el flujo de pasajeros o varias otras variables financieras, la sostenibilidad verdadera del sistema está en la valoración y apropiación que la gente haga del sistema, es decir, si el cartagenero siente a Trasncaribe como propio y está dispuesto a cuidarlo. Lo que en otras palabras se conoce como “cultura”.
¿Llegaremos a tener Cultura Trasncaribe? ¿Se está haciendo algo para incubar una “cultura” que valore y cuide a Transcaribe? ¿Seremos capaces de mantener conductas cívicas en Trasncaribe?
Basta ver a diario los informes de televisión que hablan de la torutura que significa Transmilenio en Bogotá, un sistema caótico e insultante para el ciudadano. Violaciones, ataques sexuales, atracos, ventas ambulantes y una insoportable saturación de pasajeros son varios de los lunares de ese sistema.
En otras ciudades como Cali, Barranquilla o Pereira, los sitemas integrados de tranporte masivo tiene sus propias dificultades, aunque no tan acentuadas como la vergozoza Bogotá de Petro.
Revista Zetta estuvo en Medellín, donde se ufanan de tener la “Cultura Metro” para preservar y querer el único sistema de transporte de ese tipo, y que con el paso del tiempo ha venido siendo complementado por otros como el Cable, el Metroplus y las bicicletas.
Con la prevención de que los paisas exageran y “cañan” para impresionar, no es menos cierto que tienen un nivel aventajado de cultura ciudadana en el sistema de transporte, y que han demostrado mejor preparación y operación.
Cultura Metro de Medellín a Transcaribe
Actualmente, el Metro de Medellín colabora con Trasncaribe en Cartagena para preparar la puesta en marcha de la operación y ofrece otros servicios como la cultura Metro, planificación y operación de las estaciones.
Además, son los dos únicos sistemas en Colombia que adoptaron la teconología del gas natural como combustible para sus buses, amigable con el ambiente, eficiente y más barato.
Según Diego Giraldo, profesional del Área de Buses, en Transcaribe hay que arrancar de cero en lo operativo, como es lógico pues la infraestructura está por terminar, y faltan las frecuencias de las rutas, plan de contingencia, manual de funcionamiento.
“Al igual que en Cartagena, en Medellín el sistema Metro Plus estuvo en construcción mucho tiempo. Incluso recuerdo que la calle 45 estuvo invadida por vehículos particulares. Pero en definitiva esto es más de ganas, que querer poder”, dice el funcionario.
Giraldo destaca que el alcalde Dionisio Vélez y el ministerio de Transporte le apuestan para que este año Transcaribe pueda estar en marcha y, de inmediato, la cultura ciudadana en el sistema.
“En la cultura lo más importante es crear conciencia en cada usuario y el ciudadano crea en el sistema para que lo quiera se lo apropie y lo haga suyo y lo cuide como propio, para mantenerlo ordenado, limpio, seguro”, conceptúa Giraldo.
En sus palabras, de lo que se trata es querer a la ciudad y querer a Transcaribe.
El sistema Metro de Medellín, que opera desde 1995, se expandió desde 2013 con la operación de las llamadas cuencas 3 y 6 con buses a Gas Natural Vehicular.
Este sistema lo integran 55 trenes, un sistema de cable con 200 cabinas, y en la línea de buses hay 47 buses padrones, 20 articulados (están próximos a llegar 5 más) y 300 buses a GNV en las cuencas 3 y 6, reveló Diego Giraldo.
En la línea 1 y 2 de buses se movilizan de 130 mil pasajeros /día; en las cuencas 3 y 6 se movilizan 96 mil pasajeros, para un total de 226 mil pasajeros en un día típico laboral en la línea de buses.
El Metro de Medellín tiene un plan maestro, estructurado hasta el 2030, donde no solamente se expandirá el sistema Metro, sino con cables, tranvías y se está estudiando para el largo plazo sistemas de buses u otro tipo de transporte medioambientalmente limpios.
Lo que hace Transcaribe
Tania Díaz Sabagg, secretaria general de Transcaribe, dijo que desde 2007 se vienen desarrollando acciones para esculpir la cultura cívica para la implantación del sistema.
Allí se diseñó una presentación con el tema específico de Cultura Ciudadana referida a Transcaribe y la movilidad, en la cual se resaltan los comportamientos positivos que caracterizan al buen ciudadano: valorar, cuidar y utilizar adecuadamente la infraestructura del sistema; conservar las zonas verdes; respetar de las señales de tránsito y las cebras peatonales; los comportamientos en las estaciones una vez comience a funcionar el sistema; los medios de pago; las rutas y las paradas. Igualmente se muestran los comportamientos no deseables.
Esta presentación se lleva a colegios y organizaciones sociales, en las que además se informa de los planes y proyectos de Transcaribe como sistema de transporte masivo.
Cultura ciudadana en 2015
Según Díaz Sabagg, el año pasado se llegó a 5.189 personas y en lo corrido de 2015 se ha llegado con charlas presenciales a 2.644 personas a través de Talleres de sostenibilidad ambiental. Un equipo del que hacen parte una sicóloga, un comunicador, trabajadoras sociales y hasya un experto en artes escénicas, llegan a las instituciones educativas para desplegar el mensaje cívico por Transcaribe.
Este año se han visitado Colegio Juan José Nieto jornada de mañana y tarde; Fundación «Un futuro Una esperanza» (Olaya Herrera); Colegio Salim Bechara; Escuelas Salesianas; Universidad del Sinú; Asamblea de Asotranscar (Asociación de Transportadores).
En la programación para este semestre están: Asamblea Asotransbuscar; 600 agentes de la Policía Nacional; otros colegios de la ciudad, una vez finalice el paro.
También las redes sociales son importantes y se refuerzan estos mensajes a través de Facebook, Twitter e Instagram.