Palabras de Dumek Turbay al presentar su programa de gobierno “Bolívar Avanza”

La bella novela inglesa Alicia en el país de las maravillas trae un aleccionador dialogo de su protagonista con un curioso personaje. El relato dice que Alicia se encontraba en un cruce de caminos: dubitativa. Un conejo le pregunta: – ¿Hacia dónde vas? Alicia le responde: – No sé. El conejo riposta: – si no sabes hacia dónde vas, tomarás cualquier camino: que te llevará a cualquier lado.

Me pregunto ¿eso quieren los bolivarenses? ¿Esa es su mejor apuesta? ¿Lo incierto, lo desconocido? ¿Renunciar a lo que ha dado resultados para jugar su futuro a la suerte o al azar? Pues no, los bolivarenses han crecido en madurez y cultura política, y quieren seguir conquistando sueños, oportunidades y realidades.

Hoy somos testigos conscientes y felices del proceso de cambio introducido en la gestión del Departamento. Su presencia se siente y habla con obras que han reivindicado los sueños aplazados por años y años.

El panorama alentador que se evidencia nos ayuda a entender que el progreso es posible: si hay buen gobierno. Bolívar cuenta hoy con indicadores de gestión que nos demuestran que los pueblos avanzan cuando se trabaja con liderazgo, con compromiso y en función del bienestar general.

Es claro, queridos amigos, que el que no sabe para dónde va, como dice la obra de Lewis Carroll, llega a cualquier parte. Pero yo sé de dónde vengo y hacia dónde voy.

Amigos: Bolívar viene ganando pero necesita avanzar mucho más. Ese es el camino…

Por eso me comprometo, en esta mañana en que la democracia brilla con sus mejores colores, que con seguridad y oportunidades, el cambio sigue.

Construir sobre lo construido es mi consigna. Es un principio de responsabilidad y de ética administrativa que siempre he seguido. Porque es mejor trabajar sobre claveles reverdecidos, que marchitos.

El programa de gobierno que hoy le estamos pidiendo a los bolivarenses que voten es el resultado de un ejercicio comprometido y sincero de participación, que ha tenido su génesis, con pluralidad y criterio democrático, en nuestra propuesta de diálogo ciudadano, que nos ha llevado por todos los municipios de Bolívar, así como por todos los barrios de esta ciudad, para recoger in situ, en la misma tierra que pisa el ciudadano su querer y su sentir.

Este programa es un verdadero pacto con los bolivarenses, suscrito en las hojas pétreas de mi palabra. En el propósito de edificar un Departamento seguro, educado, saludable, competitivo, inclusivo y solidario.

Por eso los invito a votar a consciencia, como la primera obligación de todo buen ciudadano, como la primera asignatura de la escuela primaria de la democracia.

Bolívar, en esta hora, y ustedes lo saben, se juega la más crucial de las cartas de su historia reciente: volver al pasado, de letargo y olvido, o avanzar en este momento único y prometedor.

El voto es el derecho político por excelencia, él entraña el deber de saber elegir. Su poder en democracia es único. Tiene la facultad de igualarnos a todos, sin ningún tipo de distinción, en derechos y obligaciones.

Sin embargo, ese poder y alcance pareciera que no es suficientemente comprendido. Se valora tan poco, que muchas veces lo feriamos, incluso por razones poco dignas, que hieren, no pocas veces, la pretendida búsqueda del bien común.

Bolívar tiene su rumbo marcado. No debemos retroceder ni variarlo. Su exitoso proceso de planeación nos demanda el mayor cuidado para no extraviarnos del camino. Hoy se requiere sobre todo sentido práctico, liderazgo y decisión política para seguir avanzando.

Decía José Ortega y Gasset que “el político, como el historiador, debe ser ante todo un tomador del pulso del tiempo: es decir estructurador incansable de las realidades sociales y humanas” ¡Por eso no tengo reparo en decirlo: este es el momento, este es mi tiempo, me he preparado para gobernar! Quiero ser un gobernador útil, aplicado en resolver los problemas de mi departamento. Un gobernante que solo pretende al final de su gobierno ver rostros felices.

El manejo del gobierno no se puede concebir aisladamente del capital humano. El empleo público pertenece al Estado. No es patrimonio de nadie. Los funcionarios son la extensión de la comunidad en el gobierno. Quiero colaboradores con rostros. Porque su acceso al gobierno y su permanencia solo estarán fundada en razón del mérito. Serán agentes libres al servicio de la más noble de las causas: el servicio público.

Uno de los compromisos del BOLIVAR AVANZA es contribuir con la modernización de los municipios. Necesitamos municipios con un óptimo desarrollo institucional, con miras a mejorar su capacidad de dar respuesta a las demandas sociales.

El municipio bolivarense tiene que ser al final de mi gobierno entidades territoriales eficaces y eficientes: entrenadas en el manejo de los recursos fiscales, planeada y con una capacidad institucional capaz de garantizar una gestión administrativa a la altura de los retos de la modernidad.

El municipio será un centro de poder importante con capacidad y autonomía por ser la primera instancia en la resolución de los problemas de sus comunidades. Creo en la descentralización y soy partidario de la desconcentración de muchas de las funciones del Departamento.

Por eso adoptaré un modelo de gobernanza policéntrico donde los municipios como núcleos de poder intermedio tengan el máximo protagonismo en una idea integradora de la gestión.

Porque un modelo de gobierno descentralizado potencia las fortalezas de los municipios y reduce sus debilidades. Queremos un municipio inteligente al servicio de la gente. Lo que implica implementar planes de gestión de acuerdo a sus caracterizaciones geográficas, culturales, sociales y económicas.

Este proceso de fortalecimiento de los municipios implicará, naturalmente, una agenda especial para el Distrito de Cartagena, pues los fenómenos de conurbación que se han venido consolidando con el paso del tiempo así lo demandan. Cartagena constituye un área metropolitana natural con los municipios que le son vecinos, pues encierran muchos intereses comunes para su desarrollo.

Quiero un Departamento seguro. Desde la Gobernación de Bolívar trabajaremos continuamente por generar sinergias en conjunto con el gobierno nacional, distrital y gobiernos municipales que permitan hacer de nuestro territorio, un entrono tranquilo y seguro para todos sus habitantes.

Articularé estrategias con las autoridades competentes para combatir los delitos de mayor impacto en el departamento como micro-tráfico, explotación y abuso sexual, minería ilegal, fleteo y violencia interpersonal.

Desde mi gobierno impulsaré los proyectos y propuestas definidos desde el Gobierno Central para la aplicación de sus políticas para el posconflicto. Haciendo extensiva la zona de consolidación territorial de los Montes de María a todos los municipios que integran la región.

Atendiendo de manera especial a las víctimas del conflicto y haciendo seguimiento a la aplicación de la Ley de Tierras y retorno de las poblaciones desplazadas.

Hoy es un tópico decir que para gobernar en la línea correcta, las acciones del gobierno, con mayor o menor énfasis, deben estar orientadas hacia el logro de los objetivos de desarrollo humano (ODH) y en invertir en materia de innovación tecnológica y social.

De tal manera, que la inversión, principalmente, no importa sus fuentes, se aplicará en forma articulada a implementar políticas y programas que redunden en sus logros.

Todo en el propósito de tener un departamento libre de pobreza extrema y hambre, con educación primaria para los niños, con igualdad de género y respeto a la mujer, con reducción de la mortalidad infantil y que preserve el medio ambiente.

Es cierto que Bolívar se encuentra en un nivel bastante aceptable en materia de desarrollo humano de acuerdo a los indicadores del PNUD, los que nos coloca en una posición de privilegio en relación con otros Departamentos, pero cuando analizamos el factor de la violencia y de la concentración de la tierra esos indicadores se resienten

Basta con observar lo que viene ocurriendo en la región de Montes de María, una de las más golpeadas por los embates de la violencia, con el proceso permanente de concentración de la tierra. El que amenaza en forma dramática en trasformar la estructura agraria de la región en perjuicio del campesino, generando nuevos conflictos por la tenencia y uso de la tierra.

En consecuencia, quiero dejar el compromiso ético y moral con tinta indeleble con el Pueblo de Bolívar: Lucharé sin descanso, desde las primeras horas de mi gestión, en aliviar las consecuencias de la pobreza extrema. ¡En mi gobierno no toleraré que ningún bolivarense se acueste con hambre!

Lo haremos dando un impulso sin precedentes a la actividad agropecuaria para que el desarrollo económico y la prosperidad lleguen al campo bolivarense y se irradien hasta sus ciudades.

La parcela del campesino será la agro – empresa a partir de la cual fortaleceremos todo un proceso de desarrollo sostenible e inclusivo de la cadena alimentaria, desde la producción hasta su comercialización, en términos justos, entre empresarios y campesinos.

Impulsaremos además toda una red de infraestructuras cuya punta de lanza sea una central de abastecimiento alimentario mayorista que se conecte con mercados municipales en centro de acopio y de capacitación, innovación y tecnología agroalimentaria.

Nos preocuparemos, como el que más, para hacer efectiva la participación ciudadana. Entendemos que ella en los asuntos públicos es un derecho y un deber, que potencia acciones definitivas en la construcción de democracia. Soy de los que creen que una democracia sin una adecuada participación es todo menos democracia.

Vamos a crear, entonces, los espacios necesarios para el desempeño de las competencias ciudadanas. Permitiendo que las organizaciones sociales, gremiales y cívicas encuentren distintas formas de expresión al interior del gobierno.

La educación es el derecho entre los derechos. Cumple una función social extraordinaria, que supera el estricto marco del aprendizaje y penetra en el crecimiento interior de la persona, las cambia, las trasforma. Es ella la llave que desactiva las trampas de la pobreza, genera movilidad social y nos forma en democracia.

 

La educación será el vehículo para el cambio y las grandes trasformaciones. Los niños de Bolívar tendrán educación desde la cuna, pertinente y de calidad. La Educación desde la cuna cubrirá al 100 % de la población del Departamento. La educación será pertinente, enseñaremos lo que necesitamos en cada región. La calidad la lograremos brindando una adecuada capacitación a nuestros docentes y construyendo 1.800 nuevas aulas para que al menos 100.000 estudiantes bolivarenses cuenten con la jornada única.

Queremos un sistema departamental de salud robusto y humanizado, que sobreponga los derechos del paciente a las utilidades del negocio. La salud tiene que dejar de ser privilegio de pocos para convertirse en derecho de todos. ¡En mi gobierno no habrá paseo de la muerte!

Fortaleceré la asistencia a la red pública hospitalaria para corregir la situación de riesgo financiero. Promoveré la creación de algunos servicios inexistentes y la optimización de otros como la Unidad de Quemados, la Telemedicina, la oncología pediátrica, la siquiatría y la Atención Primaria en Salud.

Impulsaré el más grande proceso de fortalecimiento de los servicios de Urgencias con dotación, infraestructura y capacitación. Y modernizaremos el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias con inversión en Tecnología y  Comunicaciones.

La obsesión en mi gobierno es y seguirá siendo el agua. Es una manera lógica de regresar a una de las esencias primarias de la vida. Bolívar tiene que revertir la inexplicable paradoja de seguir padeciendo por falta de agua potable, siendo un Departamento rico en recursos hídricos. Es una especie de suplicio de Tántalo: con agua pero sin ella.

Razones más que suficientes para comprometerme en que todas las cabeceras municipales y las comunidades con población superior a 2000 habitantes serán dotadas de agua potable permanente y con total cobertura.

Mi gobierno no será ajeno a los programas de recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena, por lo que me propongo poner en funcionamiento un sistema de barcazas para atender las emergencias estacionales y contribuir para que la cadena alimentaria y de producción cumpla sus ciclos completos.

Impulsaré la elaboración del plan maestro portuario fluvial, que pretende establecer sinergias con el sector privado para encontrar un modelo de dotación a todas las poblaciones ribereñas de muelles adecuados que faciliten su intercomunicación tanto de pasajeros como de carga.

Quiero forjar un gobierno que oriente sus políticas con espíritu liberal, de respeto a los derechos individuales y con acciones afirmativas de gestión para los sectores vulnerables.

Quiero un gobierno que defienda los derechos de los niños y niñas garantizando su salud, nutrición y su educación temprana desde el momento de gestación hasta los cinco años de vida.

Quiero un gobierno que atienda prioritariamente la niñez, el derecho del niño a ser niño, a crecer en un ambiente sano, a jugar y lo más importante a tener acceso a la salud y la educación desde su nacimiento.

Quiero un gobierno que garantice oportunidades para los jóvenes en empleo, educación, deporte y cultura. Un gobierno que estimule su formación en emprendimiento y participación política.

Quiero un gobierno con espacios importantes de participación para la mujer. Ella ha sido en el pasado forjadora silenciosa del presente. No necesito decir que cumpliré la ley de cuotas, a ello estoy obligado. Mi compromiso es mayor: Las necesito y les pido que me acompañen. Necesito de su fuerza imaginativa y de su capacidad creadora. No tolero su maltrato. Mi gobierno será el de las mujeres.

Quiero un gobierno que respete el derecho a la diversidad sexual. En Bolívar no serán aceptados los actos de exclusión o rechazo de las personas por su orientación sexual.

Quiero un gobierno que valore los años vividos y la dignidad de nuestros adultos mayores. Los derechos de nuestros abuelos son una responsabilidad compartida entre gobierno, familia y sociedad.

Quiero un gobierno que defienda la riqueza étnica y castigue la discriminación, con especial atención a la población afrodescendiente donde concurren tristemente los mayores índices de marginalidad y pobreza.

Quiero un gobierno que defienda los derechos de la población en condición de discapacidad. Un gobierno comprometido en superar todas las barreras de acceso físicas, laborales y educativas que hoy les impide gozar de plenos derechos y oportunidades.

Quiero un gobierno que abogue por la unidad de la familia, como elemento natural de integración de la sociedad. La familia es garantía de crecimiento en armonía y valores de hijos y padres.

El deporte estará entre una de mis primeras ocupaciones como una herramienta para el desarrollo humano, la disciplina y la cultura ciudadana. Nuestros deportistas serán protagonistas del deporte elite.

Bolívar será escenario para torneos nacionales e internacionales y desarrollaremos el concepto del deporte como generador de empresas. El deporte será, además, una de mis estrategias más sublime para arrebatarle a las manos de la violencia a aquellas jóvenes promesas del deporte que hoy viven en situación de riesgo.

La riqueza intercultural de nuestro departamento es un tesoro que debemos preservar. Por lo que me comprometo a estimular, apoyar y proteger, dentro del ámbito de nuestra diversidad, todas aquellas prácticas culturales que se desarrollen en las distintas regiones del departamento.

Represento una generación orientada por el deseo de cambio y renovación. No poseo una virtud distinta que el deseo firme de seguir construyendo un departamento con futuro. Acorde con las necesidades diagnosticadas y las surgidas en el contacto directo con la gente.

Amigos y amigas, el escepticismo, la desazón no tienen espacio en este largo camino que estamos recorriendo y que no pararé hasta ver el departamento con el que sueño: creciendo en desarrollo y lleno de gentes felices.

Perseveraré en cumplir las metas que me he impuesto, porque es mejor que contestar agravios y mentiras. Cada mentira y cada calumnia serán las piedras que sirvan para construir la muralla que proteja esta ilusión.

Estoy empeñado en avanzar en la tarea de seguir abonando triunfos para el pueblo de Bolívar. No soy un hombre de sabiduría infinita, porque solo Dios la posee y a él pertenece. Me defino como un hombre práctico, y bien intencionado, que sabe que puede serle útil a su Departamento.

El porvenir de Bolívar, queridos amigos, no está, como una mágica predicción, determinado ni para el éxito ni para el fracaso. Será lo que nosotros decidamos. Tal cual como lo deseen sus ciudadanos a través de una participación creadora, organizada e inteligente. A ello los invito ¡Ese es el reto!

(( Fin )))

 

Si desea consultar el programa de gobierno de Dumek Turbay:

Programa de gobierno de Dumek Turbay Paz

https://issuu.com/revistazetta/docs/dumek_turbay_-_programa_de_gobierno