Esculpir una carrera en las artes plásticas es mucho más dispendioso que tallar una obra. Y eso lo sabe Óscar Noriega.
Desde que comenzó a trabajar entre yesos, mármoles y bronces, hace más de 20 años, ha tenido claro que labrar un nombre y obtener reconocimiento es tarea difícil. Pero parece ser que los tiempos le están llegando.
Por doce años acompañó al reconocido maestro Héctor Lombana, quien dejó una extensa obra escultórica en distintas ciudades de Colombia y el exterior, y en Cartagena puede ser recordado por ser el autor de Los Pegasos, Miguel de Cervantes y los Zapatos Viejos, entre otras obras.
Al lado del maestro Lombana, Noriega aprendió la consagración por el arte y la dedicación que exige la técnica, y lo acompañó hasta el último de sus días, en Santa Marta, donde falleció hace seis años.
La ausencia del gran maestro la ha suplido con mucho trabajo, pues emprendió un camino en solitario que, poco a poco, comienza a dar sus frutos.
Noriega, cartagenero nacido en el barrio Torices hace 44 años, preside la Fundación Ciudad Museo de Cartagena de Indias, entidad desde la cual promueve la restauración, mantenimiento, elaboración y montaje de esculturas, e incluso está incursionando en el arte pictórico.
Tiene su taller en el barrio el Bosque y allí, curiosamente, guarda uno de sus tesoros, que no es del maestro Lombana sino de otro artista a quien admira con devoción: Enrique Grau.
Noriega refiere que en 1947, Grau presentó su obra “Adán y Eva”, una de las más valoradas, y por cosas del destino, terminó en sus manos como parte de un trabajo con la propietaria de dicha escultura.
Recientemente, el nombre de Óscar Noriega como escultor en Cartagena y la región ha venido en alza, por los trabajos presentados:
Restauración del monumento a los Pegasos; Sagrado Corazón del barrio Lo Amador; relieve del poeta Jorge Artel; restauración del monumento a Pedro Romero en Getsemaní; estatuas de Joe Arrollo en La Matuna, Antonio Cervantes “Kid Pambelé” en Palenque y Lácides Segovia en Manga, estas dos últimas ordenadas por la Gobernación de Bolívar.
Ahora está preparando todos sus materiales para emprender la nueva obra, también para el Bolívar Ganador: un homenaje a nuestro campeón Rodrigo “Rocky” Valdez.