En alerta se encuentran alrededor de 2.000 familias de El Peñón, Bolívar, a causa del desbordamiento del Rio Magdalena. En el año 2014, para esta misma época, el progresivo deterioro del jarillón amenazaba con pérdidas que equivaldrían a más de 10.000 hectáreas de pastos, 3.000 hectáreas de cultivos, 10.000 cabezas de ganado bovino y deterioro de viviendas y vías.
El legislador precisó que desde hace dos años he venido solicitando a los entes correspondientes que presten la atención a la grave situación que padece este municipio al que hoy, la creciente del Magdalena ya se le ha llevado 500 hectáreas de cultivos de pan coger y tiene en riesgo de desaparición a varias poblaciones y se estima que podría llevarse más de 40 mil hectáreas en cuerpos de agua que componen desviando su curso y provocando su salida por debajo la cabecera municipal. Es decir, 400 viviendas y 2.000 familias en riesgo por la situación vienen denunciando en el municipio hace años.
Además se encuentran en riesgo de desaparecer obras de infraestructura importantes para el desarrollo social del municipio como la Institución Educativa de El Peñón y de Peñoncito, el puesto de salud y el polideportivo que fue inaugurado recientemente.
“No es posible que año tras año, para esta misma época, se repita la misma historia en los municipios ribereños del Magdalena. Peor aún, que sabiendo esto y teniendo la nefasta experiencia de la ola invernal de 2010, nuestros municipios continúen en alerta y que la comunidad siga reclamando el olvido del Gobierno puesto que las obras de mitigación se vuelven a dañar en temporadas de lluvias y el riesgo vuelve a ser inminente”, afirmó el senador.