Por grietas en la Popa, Manolo prohíbe acceso vehicular

El cerro de la Popa presenta gritas que ponen en riesgo la estabilidad del convento, por lo que el alcalde Manolo Duque ordenó el cierre del acceso vehicular.

La situación es apremiante porque vienen las lluvias y se debe actuar con prontitud para efectuar trabajos de ingeniería que garanticen su estabilidad, lo que amerita la declaratoria de calamidad pública.

El alcalde Manolo presidió este sábado un consejo extraordinario de Gestión del Riesgo, y las medidas tomadas buscan anticiparse al posible desplome de una roca de unas 500 toneladas, además da fallas detectadas en el ‘Salto del Cabrón’.

La segunda medida preventiva comprende el desalojo de un aljibe ubicado en el cerro. «El desalojo del aljibe se debe a que los especialistas dicen que ese tema de agua, con lo que está pasado, es gravísimo. Y, en especial, porque vamos a entrar en la temporada de lluvias. Entonces, hay que quitarle todo tipo de agua a esta zona», aseveró.

No se informó sobre el término en que se mantendrán las restricciones.

Según el alcalde Duque, se iniciará un proceso de socialización con las personas que residen en los alrededores de las faldas de La Popa para explicarles los riesgos a los que se exponen.

También, según Duque, se realizará una inspección para determinar si ciertas antenas ubicadas en La Popa, de las cuales hay algunas que no se encuentran en funcionamiento, pueden ser retiradas y así restarle peso.

De acuerdo con el ingeniero estructuralista Jorge Rocha, el fenómeno de falla en el cerro de La Popa «viene desde hace tiempo».

«El cerro de La Popa ha sido vulnerado. La gente ha invadido y hecho cortes en las bases y el cerro empieza a desestabilizarse. El tonelaje que tiene arriba es muy alto. Segundo, han hecho unas socavaciones en la base del ‘Salto del Cabrón’ lo que ha dejado toda esa zona y la del convento en el aire», explicó Rocha.

De acuerdo con el ingeniero, «debido al tonelaje que se maneja, se ha presentado fractura y ya empezó a generar la falla de caída».

«En este momento se están haciendo correctivos. Lo primero que hay que hacer es un monitoreo para controlar la falla y ver en qué momento sigue moviéndose. Porque, según la información que tenemos de los padres agustinos, es que todos los días aparecen fisuras en la mampostería. Eso quiere decir que la falla está activa y está moviéndose», dijo Rocha.

El ingeniero se refirió a la necesidad «urgente» de implementar un plan de contingencia.

«Hay que hacer unos planes de contingencia y sellar la fractura hasta donde se pueda. Se avecina un invierno y, por consiguiente, que las soluciones estructurales sean realizadas lo más rápido posible», explicó Rocha.