Una agresiva estrategia de limpieza desataron amigos de la controvertida exalcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo, procesada por un presunto delito en torno a la venta de una franja de terreno de playa en Bocagrande.
Dado que el proceso lleva varios años sin definirse, con asombrosas escusas para aplazar y aplazar sus momentos procesales, ha estado en el ojo del huracán por cuenta de la actualidad de la corrupción política, con los escándalos de los Ñoños, de los magistrados, de Odebretch, y en el plano local, con el sonado proceso que tiene privados de la libertad al alcalde, contralora y un concejal.
Pues para desmarcarla de ese “bulto”, y señalar que es una perseguida política, varios aliados de la exalcaldesa, que la acompañaron solidariamente en su gestión en la Alcaldía, decidieron sacar una cantidad indefinida de “detergente” para limpiar su imagen, y señalar que es una perseguida política por haber sido una política íntegra, de las que reclama un nuevo país.
Lejos quedaron los tiempos de las pachangas infinitas en la Habana, famoso bar de Getsemaní, cuando se hablaba de la “socialbacanería” que gobernaba a Cartagena. Ahora de lo que se trata en medios bogotanos como la Revista Semana, es de limpiar su imagen y etiquetarla en el bando de los “buenos”, pues los “malos” son los demás.
“Mientras Cartagena está sumida en una profunda crisis de gobernabilidad, en la que el alcalde está preso por serias denuncias de corrupción y 14 de los 19 concejales permanecen en la mira de la Fiscalía, la exalcaldesa Judith Pinedo, una de las pocas que terminó su periodo con un alta aprobación y reconocimiento por su buen trabajo, también podría terminar en la cárcel gracias a un absurdo y macondiano juicio”.
Así de inverosimil y por increíble que parezca, la Revista Semana trata de lanzarle un salvavidas a la polémica exgobernante. Lo que más sorprende son las afirmaciones con que termina el primer párrafo de un parcializado artículo donde se loa su figura.
Semana afirma, sin despeinarse, que Pinedo “terminó su periodo y alto reconocimiento por su buen trabajo”, lo que ha nunca ocurrió en los días finales de su periodo, cuando inauguró los famosos “cascarones” de cuatro hospitales que jamás funcionaron como ella alegremente lo prometió.
El detergente también pretende exculparla del proceso penal que afronta, al calificarlo Semana de “absurdo y macondiano juicio”. Conclusión: ¡la contraparte y los jueces deberán disculparse con Pinedo y el país por haberla procesado, declararla inocente sempiterna y abstenerse a perpetuidad de cuestionarla!
Pero la campaña de limpieza no solo estará en Revista Semana sino que se extenderá a otros medios bogotanos, para satanizar la justicia local y la contraparte, y santificar a la polémica exalcaldesa, quien tiempo después de ser alcaldesa, fue desvinculada de la Universidad de San Buenaventura, donde ofició como decana de la Facultad de Derecho.
Antes de ser decana universitaria, Pinedo aspiró al Senado de la República en la lista del partido Liberal, pero obtuvo bajísima votación, pese a la supuesta «buena imagen» que pregona la prensa bogotana. Dado que no representa un peligro electoral para las estructuras políticas de Bolívar, se descarta que provenga de este sector la pretendida «persecución política» de la que habla la publicación bogotana.
A Judith Pinedo se le tiene como una protegida de las clases privilegiadas de Cartagena, que a través de organismos de presión como Funcicar –de la que fue Directora Ejecutiva- buscan a toda costa ponerla a salvo de señalamientos.
Mientras Revista Semana y las élites de Cartagena la tienen por inocente, como es la presunción constitucional que le asiste de pleno derecho, es menester esperar que sea la “macondiana” justicia la que diga la última palabra. Entre tanto, cantidades indeterminadas de detergente seguirán en uso en los medios bogotanos aliados de la exalcaldesa.
Vea aquí el artículo de Revista Semana:
https://www.semana.com/nacion/articulo/el-caso-contra-la-exalcaldesa-de-cartagena-judith-pinedo/543106