Después de una larga jornada de votación, los propietarios de equipos de Grandes Ligas eligieron el jueves a Rob Manfred de manera unánime como el sustituto del comisionado Bud Selig, quien por propia decisión dejará el gobierno del béisbol en enero próximo.
Tras varios intentos fallidos por conseguir los 23 votos que se necesitan para acceder a la oficina, Manfred, quien actualmente funge como jefe ejecutivo y segundo al mando después de Selig, fue electo por encima de su contricante Tom Werner, un socio y director ejecutivo de los Medias Rojas de Boston.
Un tercer candidato, el vicepresidente de negocios de las ligas mayores Tim Brosnan, se retiró un poco antes del comienzo de la votación.
Manfred es el décimo comisionado de Grandes Ligas desde 1920 y el primero desde que Selig sustituyó a Fay Vincent en 1992. Selig, quien era el dueño de los Cerveceros de Milwaukee, pasó los primeros seis años como jefe ejecutivo y «comisionado actuante» y desde 1998 como comisionado formal de las ligas mayores.
Manfred, de 55 años, ha estado vinculado con el béisbol desde 1987, primero como abogado del bufete Morgan, Lewis & Bockius que colaboró en la negociación del convenio laboral. En 1998 se convirtió en vicepresidente de Grandes Ligas para negociaciones laborales y recursos humanos, en 2012 se hizo cargo de la parte económica de la liga, y en septiembre fue ascendido a jefe de operaciones. Fue uno de los principales negociadores de los tres últimos contratos laborales del béisbol y la mano derecha de Selig.
En la primera votación del jueves Manfred se quedó corto por un voto de la mayoría de tres cuartos (23 votos de 30 posibles) necesaria para elegir al nuevo comisionado de Grandes Ligas. En la segunda ganó de manera unánime, confirmaron varios propietarios de equipos.