Aún no se cierra el período de inscripciones de las elecciones atípicas y ya se desató una guerra desinformativa, especialmente a través de medios virtuales y redes sociales, empleando “fake news” o noticias mentirosas que pretenden descontextualizar y desinformar al elector.
Sintomático de lo anterior, vrios perfiles de Facebook que dejaron de interactuar una vez pasaron las elecciones de octubre de 2015, “casualmente” han reaparecido justamente con la convocatoria de elecciones atípicas en Cartagena.
Refritos, montajes de encuestas, sondeos amañados y anónimos, atribución de inhabilidades, ataques de la vida íntima y familiar de los candidatos, son elementos echados a andar es esta nueva una guerra sucia.
Estas estrategias de los “cuartos oscuros” son una perversa forma de corrupción, tan grave o más que los infundios que propagan, y desdicen de la transparencia que pregonan todas las candidaturas en competencia.
Es imperativo que entre las candidaturas se establezca un pacto de respeto, que exhorte a sus seguidores en redes sociales para que se establezcan unas reglas básicas de coexistencia. Disentir y argumentar, que son derechos de la libre expresión, debería estar por encima de difamar y calumniar.
La ciudadanía que tiene derecho a forjarse su propia opinión del proceso político pero basado en la realidad y no en especulaciones, calumnias y publicaciones amañadas.