No hay “guerra fría”, aseguran alcalde y gobernador

Una cálida cooperación y no una “guerra fría” es el estado de la relación institucional entre el alcalde encargado de Cartagena, Sergio Londoño, y el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay.

Los dos gobernantes expresaron su disenso con la nota publicada por Revista Zetta, en la que se sostenía que había una especie de “guerra fría” por cuenta de las tensiones administrativas que ha generado el proyecto de Playetas, para la protección de Barú.

El alcalde Sergio Londoño nos expresó esto:

«De mi parte no existe una “guerra fría” con el Gobernador. Si en algún momento di esa impresión quisiera corregirlo. El Gobernador para mi ha sido un gran coequipero y una persona que siempre, siempre ha apoyado a este gobierno desde el primer día.

Espero que las dificultades propias de un proyecto tan complicado como Playetas no hagan parecer que estamos en tonos distintos. El Gobernador y yo tenemos la determinación de sacarlo adelante y no tengo sino palabras de agradecimiento para con él de habernos puesto esos recursos tan importantes a todos los cartageneros».

A su vez, el gobernador fue escueto: “No hay guerra fría”, y nos remitió a un trino de su cuenta de Twitter: “Resueltas todas las dudas en lo jurídico y en lo técnico, obra de protección en el sector Playetas en isla de Baru se firma el próximo 12 de marzo, $15 mil millones que aporta Bolívar Sí Avanza, trabajos serán ejecutados por Alcaldía de Cartagena”.

No obstante, hace un par de semanas el gobernador señaló que los recursos ofrecidos no podían esperar indefinidamente. Solo este lunes la Alcaldía decretó la calamidad pública y expidió un comunicado donde se ponía “a la espera” de los recursos de la Gobernación, lo que fue respondido de inmediato con un comunicado con precisiones técnicas de parte del Bolívar Sí Avanza.

Esas tensiones las calificamos como “guerra fría”, pero a juzgar por lo manifestado por los mandatarios, no fue otra cosa que un contrapunteo inspirado en el afán de dar una solución conjunta a un problema complejo y vital para la comunidad barulera.