Por César Pión González (Especial para Revista Zetta).– La respuesta que hace carrera cuando se pide solucionar una problemática social casi siempre se soporta en el deseo, intención, e impacto mediático, sin analizar la realidad administrativa, jurídica y presupuestal de lo que se pretende en el Distrito. Anunciar acciones vestidas de solución tiene riesgos importantes.
La inseguridad y ocupación del espacio público, continuarán siendo titulares de prensa que enfatizan y reclaman sin existir una planificación, para que la ciudadanía pueda monitorear y tener claro que su problemática va en vías de neutralizarse o si se quiere, ir preparándose para que en el futuro no crezca en magnitudes inmanejables.
Por ejemplo, precisamente cuando hablamos de inseguridad u ocupación indebida del espacio público, la decisión debe ir más allá de la coerción o penalidad como política resolutiva a corto plazo, y nos obliga a planificar en formación e inserción laboral a una ciudad para que el acceso al estudio y a la producción facilite su convivencia y estabilidad.
Por eso continuamos proponiendo al alcalde de turno que tome la decisión de convocar al Ministerio de Educación, empresa privada, FECODE y SUDEB, a definir sobre el estado real de las instituciones educativas para mejorarlas en su infraestructura, y decidir generar 15.000 cupos más para los egresados del bachillerato combinando con el Colegio Mayor, SENA y Universidad de Cartagena, propuestas de nuevas sedes que podrían construirse de cara a las actividades portuarias, industriales, turísticas y de construcción.
Una de estas oportunidades podría efectuarse recibiendo ofertas públicas de canjes por construcción, concesiones y / o convenios con la sede del Colegio Mayor (único en el país no convertido en universidad), decisión que debe ser tomada por el señor alcalde, la junta de la institución tecnológica, asociaciones, gremios y la ciudadanía.
Otra insistencia es implementar en la ciudad el bachillerato turístico, que nos permitirá ingresar al campo laboral de mayor demanda, con la oportunidad del complemento formativo en sus momentos libres.
Pero a su vez la hacienda pública debe irse preparando y facilitando con la actualización del nuevo estatuto tributario, la ampliación de cupos laborales, permitiendo estímulos a quienes impulsen la contratación de las mujeres cabezas de hogar, y empresas de crecimiento intensivo en mano de obra, ofreciendo a todo el que desee radicarse en nuestro territorio con capacidad exportadora, las exenciones en impuestos de industria y comercio.
Hay que preparar a Cartagena para el desarrollo económico con estos nuevos ciudadanos formados en los pilares de mayor desarrollo en la economía, para no seguir alimentando las pandillas y reducir la ocupación informal.