Falleció Carlos Espinosa Faciloince
Fue el último gran cacique de una casa política que tuvo primacía en Bolívar por 40 años… Carlos Espinosa Faciolince, quien en ascendente carrera llegó a ser presidente del Senado, tras lo cual comenzó su declive y el de todo el Faciolincismo.
Miguel Faciolince, su tío, venido de Mompox, fue el artífice de este grupo liberal; su madre, doña Elvira Faciolince, fue la primera mujer gobernadora de Bolívar; su tío Julio Faciolince fue contralor departamental hasta su muerte; luego, otro tío, Arturo Faciolince López, fue contralor departamental por más de tres lustros… su primo Carlos Faciolince López fue concejal… y fueron muchos los aliados políticos que nacieron en este grupo político.
El faciolincismo, en cabeza de Miguel Faciolince, le disputó las mayorías liberales a Rafael Vergara Támara, y ese es el origen de nuestro mapa político. Consecuencia de esa dura batalla política, del grupo Vergara Támara se desprendieron tres alas: Marún Gossaín Jattin, padre del exgobernador Juan Carlos Gossaín; Juan José García Romero, que se mantiene vigente; y David Turbay Turbay.
Espinosa fue brillante en el estudio, pero prisionero de sus fantasmas personales. Llegó a proponer la República del Caribe, dentro de sus postulados por la autonomía regional.
Vuelve el color rosa
El color rosa regresa a la primera escena de la campaña electoral. Hace cuatro años fue Rosario Ricardo Bray quien en su campaña a la Gobernación, se lanzó a las calles a recolectar firmas, vistiendo siempre una camisa rosa.
Ahora la que se enfunda la camisa rosa es Claudia Fadul, quien ya comenzó a recaudar firmas por el movimiento Compromiso Ciudadano para aspirar a la Alcaldía de Cartagena.
Las dos dirigentes tienen un nexo nominativo con el color rosa: la excandidata a la Gobernación se llama Rosario… y el segundo apellido de la aspirante a la Alcaldía es Rosa.
Nota: Algunas personas que consulté me dicen que no es color rosa sino “fucsia”…
… y es que les maman gallo…
Por millonésima vez, los concejales de Cartagena ponen el grito en el cielo porque los funcionarios citados no acuden, no les hacen caso. Es la misma historia de todos los periodos, ordinarios y extraordinarios, y de todas las administraciones.
Con el conteo en apenas dos sesiones, ya se expresó el malestar de la corporación, pero ni la moción de censura, ni las acciones disciplinarias, ni debates inclementes, ni llamadas a puyengue, ni nada vale… todo está probado… ¡y es que les maman gallo!