El aval liberal a Gobernación de Bolívar tomará unos días más de lo previsto, debido al cisma que representa la ruptura política entre el senador Lidio García Turbay y su primo hermano Dumek Turbay Paz, gobernador de Bolívar.
La relación entre los dos dirigentes había sufrido un “preinfarto” a finales del año pasado, pero la situación política asociada a las candidaturas a Gobernación de Bolívar, precipitó un cisma cuya secuela inicial es el retraso en la entrega de aval a candidatura para ese cargo.
El partido Liberal ha ganado la Gobernación en dos ocasiones consecutivas, con Juan Carlos Gossaín y Dumek Turbay, por lo que el aval para un eventual tercer periodo ha eclipsado la atención de los círculos políticos.
En el proceso para aval están Fejed Alí Badrán, Luis Daniel Vargas y Álvaro Redondo, quienes han desplegado una campaña de visitas a municipios y barrios de Cartagena con el propósito de ambientar sus nombres y lograr la nominación.
Según el propio senador Lidio García, esta decisión se había tomado hacia finales de abril y principios de mayo, en los casos de Gosaín y Turbay, pero la diferencia es que en esas calendas ya había acuerdos con otras fuerzas políticas que posibilitaban una victoria.
“El partido Liberal solo, con sus fuerzas, no puede elegir a un gobernador, y son necesarias las alianzas”, dijo en diálogo con John Zamora, director de Revista Zetta.
Esos “socios” son los que deben definir los precandidatos, pues con la mera simpatía de las bases liberales no será suficiente para obtener ese aval.
El cisma liberal ha ocasionado que las fuerzas leales al gobernador Dumek Turbay Paz hayan tomado partido a favor del exsecretario del Interior Carlos Féliz Monsalve, quien así acumuluaría otro socio en un proyecto donde se identifica al sector de William Montes y a la denominada Casa García, en su acepción determinante. Esto se habría patentizado en una cumbre registrada en Mompox el Jueves Santo, donde se tomó la decisión de «mostrar pecho» con la reunión inesperada que convocó Carlos Féliz el martes pasado, una «Charla Participativa» para dar el mensaje cifrado de esta alianza.
Por su parte, Fejed Alí y Luis Daniel Vargas, que son los más opcionados para obtener el aval, han acentuado sus acercamientos con otros sectores políticos en busca de esa ecuación ganadora.
En particular se resalta la decisión del sector Alí (precandidato y su primo, el alcalde de Magangué, de continuar en el sector oficialista, pese a haber disfrutado de la amistad políitica de Dumek Turbay como gobernador).
Esta situación ha sido interpretada como una oportunidad por otros sectores para replantear el ajedrez político.
Para las huestes de Hernando Padauí, el candidato de Cambio Radical podría recoger del piso los cristales rotos por el diferendo García-Turbay y capitalizar fervores, dado que se puede mostrar como la opción que mejor garantías otorgue para el sector oficialista liberal, y desplegar el tapete de bienvenida en un acuerdo poco imaginable antes de Semana Santa.
Otros consideran que nadie puede lanzar campanas al vuelo sin tener en cuenta a Vicente Blel Scaff, cuyo nombre está en boca de todos como probable candidato a Gobernación de Bolívar, y quien viene trabajando como relojero suizo en la construcción de este proyecto. Frente a las fisuras del liberalismo, buen aliado sería el exconcejal.
Otros son del criterio de volver a preguntarle a cada sector político por su preferencia a Gobernación, en estos últimos días de abril. ¿A quién apoyará la senadora Daira Galvis? ¿Tendrá el Centro Democrático espacio e incidencia en este proceso? ¿El sector del alcalde Pedrito Pereria a quién acompañará? ¿El representante Alonso del Río se manda solo o reculará cuando su jefe Juan José García lo “alinee”?
A todas estas, también slata otra pregunta: ¿Qué tan disminuido queda Lidio García con la salida de las fuerzas de Dumek Turbay? En su círculo, dicen que poco o nada. Consideran que el de los votos es Lidio y que Dumek no será nada a partir de mayo, cuando comienza la ley de garantías.
Versión distinta tienen en el dumeksismo, pues consideran que siempre ha sido el sostén electoral de Lidio, y que se lleva más de la mitad de la votación, lo que es un jugoso bocado para quien quiera degustar una buena alianza política.
Lo cierto es que el senador Lidio García se tomará más días de lo esperado para tomar una decisión, que bien podría ser la de otorgar un aval, o bien la de reservarse para una gran alianza, pues si entrega el aval queda “amarrado”, y si se reserva puede jugarse otras cartas para continuar en la cúpula de las victorias electorales consecutivas: Ganar con candidato liberal, o ganar con candidato de alianza, pero ganar, he allí la cuestión.