Por Juan Gonzalo Botero Botero (Especial para Revista Zetta 20 años).- Hace treinta años nació en el trópico húmedo costarricense una institución educativa que se encargaría de formar muchachos de toda América Latina que se proyectaran como agentes de cambio y líderes en sus comunidades en el sector agropecuario que contribuyeran a la seguridad alimentaria de las mismas utilizando prácticas amigables con el ambiente.
En Guácimo, ubicado en la Provincia de Limón, se dieron cita sus visionarios fundadores liderados por Don Hernán Fonseca y Don Jorge Manuel Dengo, por mencionar solo dos nombres; también sus profesores liderados por su rector el Dr. José Antonio Zaglul y un puñado de muchachos de varios países de América Latina que después serían conocidos como «Los Pioneros». Allí se sembraba la semilla de la cual nacería la Universidad más prestigiosa en estudios de Agricultura en América Latina.
En mi caso llegué a la Universidad en 1993, momento en el cual se completaba el primer ciclo de los cuatro años que duraba la carrera; es decir éramos los últimos pioneros y teníamos la responsabilidad de demostrar que esos visionarios que fundaron la Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda (EARTH) no se habían equivocado y que los valores que soñaron, años más tarde serían realidad.
Hoy, cuando el mundo moderno enfrenta tal vez su mayor desafío como sociedad puedo afirmar que los valores que se plasmaron en 1990 para lo que sería un graduado de EARTH siguen más vigentes que nunca y el desafío está mas vivo que nunca. Es en este momento cuando la tierra demanda lo que es suyo, que como graduados estamos obligados a mostrarle al mundo que se puede cambiar. Que las prácticas dañinas del modelo consumista actual tienen que cambiarse por nuevas formas de producción más amigables con el ambiente y con la tierra que utilizamos.
Mayores producciones utilizando áreas menores, agricultura de precisión, plaguicidas orgánicos, eliminación de plásticos de un solo uso, mayor productividad en los ganados bovinos utilizando mejor genética son algunos de los retos que se vislumbran en el futuro inmediato y que ahora sí verdaderamente demandará el mundo una vez supere la emergencia del COVID 19.
Hoy somos casi 2.500 graduados, 2.500 ramas de un gran árbol que se ha regado por todo el mundo. Ya nos conocen como «Hijos de la Tierra»; entre nosotros cariñosamente nos llamamos «EARTHIANOS». Ese nombre nos genera un compromiso inmenso con nuestras comunidades y con el planeta de manera inmediata, compromiso al que no podemos y estoy seguro no seremos inferiores.
Hoy con el corazón orgulloso y con la esperanza de lo que está por venir quiero terminar felicitando inmensamente a nuestra institución por esos treinta años en los que logró llamarse para el mundo «LA UNIVERSIDAD DE LA TIERRA». Felicitaciones EARTH, ¡salud EARTHIANOS!
Juan Gonzalo Botero Botero
ExViceministro de Agricultura – Exdirector de Cormagdalena actual Gerente Regional Norte de Servicios postales nacionales.