Han pasado más de 3 siglos desde que sucedió esta horrible pandemia, como en aquel entonces la gente se paseaba por las calles, luciendo y disfrutando de estas, hasta que los gobiernos, solo dejaban salir a los médicos. Según los archivos del médico de la época Dr. Shanel Von Rom, un holandés que había estudiado medicina en Alemania, muchas de las personas murieron en sus casas, ingiriendo alcohol y vino, al cual el rumor popular, decía que curaba de la enfermedad. Cosas cómo estás sucedieron hace más de 3 siglos, muchos médicos también murieron, quizás porque no tenían los elementos de protección, pero se las ingeniaron para hacer un traje que tenía una especie de pico de pájaro que no les permitía respirar el aire que estaba alrededor de los enfermos. Murieron ricos y pobres, nobles y plebeyos, la pandemia no conoce de eso.
Actualmente en el mundo y en Colombia vivimos esta crisis, agudizada hoy por la forma cómo maltratan a los galenos, como las empresas de salud solo enriquecen a sus dueños, que toda esa plata no les alcanzará para cubrirlos si se llegan a enfermar. Cuando entenderán los dueños de las EPS que los médicos deben pagarle a tiempo, que esa plata es sagrada, porque ellos también son humanos y tienen compromisos.
Hay empresas de IPS que les adeudan a los profesionales de la salud hasta 6 y 12 meses, sin embargo, muchos de ellos siguen trabajando solo por su vocación de servicio. Pregunto: ¿Quién de ustedes trabajará sin que les paguen por más de 6 meses…? Creo que ninguno. Algunas personas solo piensan que los médicos son extraterrestres que deben seguir trabajando a pesar que no les paguen, a pesar de no estar protegidos. Creo que es un absurdo pensar así, es egoísta y endemoniadamente perverso siquiera pensarlo. Ojalá no mueran más médicos en esta pandemia, y que los 4 que han muerto no sean una simple estadística, que nutre un informe, porque como he dicho siempre, solo su familia sabrá el sufrimiento de su pérdida.
El gobierno debe darles su “tatequieto” a las empresas de salud, ya sean EPS o IPS, las cuales muchas veces toman los recursos de los médicos para satisfacer sus caprichos existenciales.