Braulio, el ladrón

Por Danilo Contreras. –

Para ratificar su preferencia por el cuento, Borges confesó irónicamente haber leído “muy pocas novelas”, y agrega como agravante que en la mayoría de los casos “…apenas el sentido del deber me dio fuerzas para abrirme camino hasta la última página…”. La economía, “así como un comienzo, un conflicto y un desenlace, claramente determinados…” son elementos indispensables que definen el género predilecto del argentino.

La introducción literaria quizás podrá servir para sostener una especie de herejía que hace años ronda mi cabeza y que se reaviva a raíz de una de las variadas controversias de los últimos días; me refiero al valor que como crónica urbana tiene el tema musical “Braulio el Ladrón” de autoría del cartagenero Edwin Antequera, conocido en el mundo artístico como Mr. Black.

La canción narra en escasos minutos el periplo vital del hijo mayor de una vecina de barrio popular, un muchacho que “dejo de ser gallina para volverse ratón…”; cuenta la historia que Braulio como mucha juventud en Cartagena no encontraba que hacer y que esa inactividad lo lleva a involucrarse “en vueltas raras”. De la noche a la mañana el otrora tímido personaje se convierte en “mandón” del bajo mundo. Con un dejo melancólico, el cantante-narrador lamenta que Braulio dejara de ir a la iglesia para “hablar con papa Dió”, que él ya no se confiesa y de cómo cambió. El surgimiento del bandido le gana fama de bravo, su gloria era ser ladrón temido por todos en el barrio. La frase “el que la hace aquí las paga…” le abre paso raudo al desenlace de la trama: La muerte de Braulio. Casi nada que envidiarle a la obra del maestro Rubén Blades, Pedro Navaja.

Me he preguntado estos días por la razón que pudo tener Don Raymundo Angulo para contratar a Mr. Black para amenizar uno de los eventos del Reinado si sabía de antemano que en su repertorio se encontraban éxitos como “Serrucho” y “Bandida” que al parecer fueron los temas de la discordia. Es entendible que a Angulo le parezca que esos temas podían ofender los criterios y el protocolo del Reinado, pero porque contratar para luego vetar al artista públicamente. En todo caso no creo que este sea solo un incidente de farándula; hay algo más profundo en todo esto.

Norbert Elías, sociólogo judío alemán, sostiene que el estigma puede tener un efecto paralizante en el estigmatizado, así, la estigmatización puede llegar a ser  instrumento de “construcción de imaginarios sociales” por virtud de los cuales un grupo predominante (los establecidos) se siente participe de un conjunto de cualidades positivas que por contraste resalta una valoración negativa de las expresiones de los “marginados”.

El “Ensayo teórico sobre las relaciones entre establecidos y marginados” citado, sostiene que en todo caso “los establecidos” abren siempre un espacio para atender las posibles reacciones de agresividad de los marginados. Tal vez por eso el cantante Kevin Flores pudo, ingenuamente, amenizar la velada real de la cual fue proscrito Mr. Black.