¡Malditos peajes! – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta 20 años).- (Xiamen – China).- Todo indica que los parásitos que se encuentran adheridos y pegados a las vías de Cartagena chupándoles la sangre a los ciudadanos que se transportan dentro de su ciudad no cesan en su empeño de soltar a su débil presa, se siguen moviendo con sus grandes, sucios y malolientes tentáculos para imponer obras mediocres y costosas que al final frenan el desarrollo de la ciudad y terminan costando lo que cuestan vías pavimentadas en oro.

Cartagena es una ciudad que ha sido desangrada y destruida por unos reyes condenados que viven en apartamentos en Bocagrande, desde allí gobiernan y ponen virreyes a dedo, si, los han puesto durante las últimas décadas; estos manejan en cuerpo ajeno las dependencias del Distrito como si fueran sus empresas personales, hacen inversiones en campaña para que sus virreyes sean elegidos y luego estos gobiernan para ellos, para sus bolsillos, despreciando a sus gobernados y poniendo sobre ellos pesadas cadenas de todo tipo.

Esas pesadas cadenas con las que tiene que cargar diariamente el cartagenero se llaman inseguridad, malos servicios públicos, malas infraestructuras, pésima movilidad, hambre, desempleo, informalidad y gestión mediocre de todas las entidades distritales que fueron separándose las unas de otras ya que cada una tenía dueño y era necesario que no estuvieran juntas para que las cosas estuvieran claras y cada uno de los que las desangraban no se pisaran las mangueras.

No se explica uno entonces como Infraestructura, Planeación y Control Urbano este en sitios geográficos diferentes, cuando el uno se debe al otro y el otro al uno, ese tipo de separación en una empresa privada convertiría todos los procesos en algo terriblemente ineficaz, ahora bien, en una entidad pública y conociendo los males crónicos de mal manejo, de desconexión y comunicación, los procesos ya no se vuelven ineficaces si no inmanejables.

El último virrey de la ciudad nombrado por los reyes condenados se atrevió a firmar en contra de toda una ciudad en el año 2019 una alianza público-privada para terminar de condenar a Cartagena y a los cartageneros a pagar varias extorsiones diarias durante 30 años más; se han pasado toda su vida viviendo de los arreglos por debajo de la mesa, cobrando extorsiones a contratistas, duplicando precios en el mejor de los casos y financiando obras de infraestructura con préstamos costosos, endeudando a la ciudad y solo pensando en los sobornos que puedan devengar de estas.

Lo de los peajes urbanos es el colmo de la decadencia extrema de una clase dirigente que solo le ha robado a Cartagena su puerto, su competitividad, su salud, sus impuestos y han cercenado su movilidad convirtiéndola en un negocio miserable cobrándole a sus ciudadanos por moverse dentro de su casa, su ciudad.

Los virreyes elegidos y nombrados han ido armando esta maraña a través de los años para perjudicar a 1 millón 200 mil habitantes y beneficiar a los pocos pero insaciables vampiros que con eso aseguran 30 años más chupando de un cuerpo enfermo y postrado con ese negocio inmoral.

El compromiso del alcalde actual William Dau, que desde épocas tempranas de campaña y luego de elegido ha repetido muchas veces que no dejará imponer 30 años más de peajes a los cartageneros, debe asegurarse que todos sus secretarios y colaboradores estén sintonizados con esa misma causa, que todos expresen tanto en público como en privado su rechazo total a mas peajes urbanos y no dejar que señoritos perfumados bien vestidos y con sonrisa altruista representantes de las concesiones que nos roban, ni representantes de los gremios lleguen a venderles algo que rechaza el 99.9% de los cartageneros.

Y es que la lista de irregularidades con que han iniciado este mal llamado  proyecto es interminable.

  1. El proyecto está incluido en la ley del Sitio y los recursos tanto de la Quinta avenida de Manga como del corredor portuario están financiados con el 70% de recursos de la nación.
  2. La Alcaldía se ha gastado $1.034 millones (mil treinta y cuatro millones de pesos) en contratos firmados con la empresa Gestión Estratégica en el año 2019, con este se violan los principios de contratación estatal y de paso le hicieron parte del mandado a la empresa que quiere imponernos la APP.
  3. Con los trabajos de infraestructura hay unos que inician 10 o 15 años después de estar cobrando peajes, año 2034, ¡hágame el favor!, con lo cual la dueña de la concesión no enfrenta el tema riesgo/beneficio que se supone es lo que hace que estas obras se adjudiquen de esta manera.
  4. Siendo el puerto de Cartagena un puerto privado, la obra en su mayoría beneficia a un privado, ¿por qué tiene que pagar el ciudadano por una obra privada? Es totalmente ridículo.
  5. Si la Alcaldía ha expresado desde enero que no encontró el expediente ni la documentación de la APP quiere decir que se firmó sin la documentación necesaria.
  6. Desde el año 2019 se sabe, que no se sabe, de dónde sale el valor de los $2 billones que supuestamente cuesta la obra.
  7. No hay estudio de impacto ambiental.
  8. No hubo socialización con las comunidades afectadas.
  9. El puente Pumarejo costó $650 mil millones con sobrecostos, esta APP va a costar un poco más de 3 veces ese valor.
  10. Otra cosa no menos importante es que se presentó este proyecto cuando aún está vigente la concesión actual, algo que está por fuera de la ley, es ilegal.
  11. La lista sigue….

Cada vez que se mueve la empresa que quiere imponernos 30 años más de peajes se siente la incomodidad y el hedor putrefacto en la ciudad, se siguen moviendo ellos desde el fango tratando de arrastrar a los gremios y a los funcionarios, ambientando y vendiendo un proyecto mal nacido y bastardo que atenta contra toda una ciudad.

Dar un paso atrás en esta lucha y esperar el cabreo y el empute de una ciudad mansa pero no mensa es tratar de jugar con fuego, es propiciar ese estallido social que ya el alcalde William Dau mencionaba en campaña, un coctel explosivo que nos podría mostrar que mezclar peajes con pandemia puede ser muy, pero muy peligroso.

Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé.

¡Un abrazo!

Álvaro Royo Bárcenas

Xiamen-China

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