Y ahora ¿por dónde seguimos? – Opinión de Wilson Toncel Ochoa

Por Wilson Toncel Ochoa (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 27-01-2021 | Con el reciente informe de la Contraloría General de la Nación, en el que se habla de un presunto detrimento patrimonial de 300 mil millones de pesos en el contrato de peajes de la ciudad, se ha revivido un debate que se viene dando hace muchos años: la continuidad del funcionamiento de los peajes internos.

Si bien los hallazgos detallados en el informe de la Contraloría son muy polémicos y de cuidado, los líderes políticos de la ciudad no podemos sucumbir ante la calentura del momento. Nuestro trabajo es y siempre será la toma de decisiones, en pro de un mejor desarrollo de la vida civil de todos los habitantes de la ciudad.

Es por esto que el camino a seguir en este proceso en que se busca la terminación del cobro de peajes internos de la ciudad debe ser algo que se trate con todo el cuidado y delicadeza del mundo. Entonces ¿qué se debe hacer?

No debemos olvidar que los peajes en la ciudad de Cartagena nacieron en virtud del contrato de concesión No. VAL-0868804, suscrito entre el Distrito de Cartagena y la Concesión Vial de Cartagena S.A., cuyo objeto es el de otorgar al concesionario la concesión para la realización de estudios, diseños, construcción del proyecto denominado “corredor de acceso rápido a la variante de Cartagena”, por lo que antes de cualquier decisión, lo pertinente es echar mano de las cláusulas contractuales.

Considero que lo procedente es que la administración distrital, en cabeza del alcalde William Dau debe, con sus asesores, inicie con un estudio meticuloso y detallado de los contratos y las cláusulas contractuales que actualmente existen. Con este estudio ya hecho, la Alcaldía de Cartagena debe reunirse con la Concesión Vial de Cartagena, operador de los peajes urbanos, para revisar los contratos vigentes. 

Luego, haciendo uso de las herramientas jurídicas que tiene a su alcance, la Administración Distrital, teniendo en cuenta el informe de la Contraloría, puede levantar un acta donde de manera bilateral se de terminación al contrato por medio de una liquidación y pedir un ajuste de cuentas.

Esta acta podría ser, a futuro, un título que le permitiría al Distrito de Cartagena cobrar cualquier tipo de saldo a favor que se presente; y le permitirá también, de ser posible, presentar la demanda a la que haya lugar.

Finalmente, ya liquidado el contrato, se podría pensar en la posibilidad de exonerar de pagos a carros livianos, pero mantenerlo para vehículos de carga larga y pesada, debido a que estos últimos son los que más deterioran la malla vial. Estos recursos recolectados, que irían directamente a las arcas del Distrito, se implementarían al mantenimiento de esta y otras vías de la ciudad en los que se necesite.

Concejal de Cartagena

Presidente del Concejo Distrital