Por John Zamora (Director de Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 19 de abril 2021.- Juancho García y David Turbay se decían de todo en campaña electoral. En esas épocas, aunque del partido Liberal, eran adversarios acérrimos y la batalla era frontal. Tras el debate, volvían a sonreír y abrazarse. Eran políticos y, como los jugadores de fútbol, las calenturas quedaban en el campo de juego.
Ninguna diferencia con lo que sucede entre el alcalde William Dau y los concejales de Cartagena. Del madrazo y la moción de censura, ahora “andan de pipí cogido”. Son políticos.
Dau intentó, con notorio fracaso, vender imagen de ciudadano desinteresado que jugó a la política y ganó. Ahí está, por ejemplo, el video donde llora a moco tendido en el puesto de salud inconcluso de Mandela y tilda a los responsables de “malandrines de mierda”… y el puesto de salud sigue igual, con el agravante que ahora él es el alcalde.
Y así son.
Recuerdo una viñeta de Condorito, muy ilustrativa, que dice:
-Condorito, tu eres conocedor de la política
-Así es, Huevo… Por ejemplo, sé cuando un político miente
-¿Cuándo?
-¡Cuando mueve los labios!
-Plop
Y bastante que mueve los labios el alcalde de Cartagena. Los movió para hacer campaña sin prometer nada. Los movió para malgastar su primer año de gobierno en peloteras. Los movió para condenar las OPS y ahí está la feria de privilegiados. Los movió para dar un “anticorruptivo saludo” y ahí están sus precandidaturas al Congreso pavimentando calles apara eludir peajes. Los mueve ahora que dice que anda de “pipí cogido” con el Concejo. Ni él mismo se lo cree, y pendejo el concejal que le crea. Son expresiones huecas que generan viralidad pero son intrascendentes.
Y como Dau tiene personalidad en “pico y placa”, cualquier gesto de un concejal será suficiente detonante para volver a los madrazos. De esa paz política tan buena no dan tanto y tanto el uno como los otros quedarán mal parados. Mal negocio para los concejales, dan todo a cambio de nada ¿o hay algo? Ninguna de las partes es confiable para la otra. Ya verán.
El 1 de marzo, en la instalación del Concejo, se hizo pública la paz política y pasaron 28 días para que Dau presentara -por fin- un proyecto de acuerdo. El que incorpora $5.900 millones para Transcaribe, y que se evaporará como gota de agua en sartén caliente. Había más seriedad cuando andaban de pelotera que ahora que están de amiguetes.
Desde luego que es mejor que exista un clima armónico en las relaciones Ejecutivo-Concejo, pero de nada sirve si no hay trabajo de fondo por la ciudad. Vamos a terminar abril y ni la Alcaldía presenta grandes políticas para estudio del Concejo, como tampoco ejecuta el presupuesto en la inversión social que reclaman los barrios.
A los madrazos o de pipí cogido, como cualquier político, pero sin mamadera de gallo. La situación de la ciudad no está para tomar cerveza en la esquina con los nuevos mejores amigos. Es lo último que esperamos.