Sigue creyendo… – Opinión de César Pión González

Por César Pión González (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 29 de abril 2021.- La mala calidad de vida del habitante de Cartagena y su intranquilidad se agudizan por la ausencia de proyectos transformadores como la central de abastos, drenajes pluviales, transporte acuático, marina pública, continuación de la Perimetral, la reversión y falta de mejores contratos con las concesiones y la devolución de algunos manejos público-privados concentrados en pocas familias. Todo esto empobrece más al territorio huérfano de liderazgo de los sectores públicos, privados y de activistas que han concentrado su lucha en el ego e intereses individuales acabando con las ilusiones de una colectividad que al mejor símil de pandemia crece en egoísmo, apatía, cobro de cuentas, suposiciones, distorsión de imagen, haciéndose prácticamente intratable por el resultado de las medidas adoptadas por la COVID-19.

La gente de clase media y pobre de la ciudad está en quiebra. Sus pequeños negocios son clausurados por la insolvencia, y los conductores del transporte público agonizan al final de la jornada para cumplir con la tarifa que no cede a la regularidad del nuevo transitar humano.

Conté más de 60 locales comerciales para arrendar entre la San Martín y la Tercera en Bocagrande, que funcionando generaban más de 400 empleos, y mientras la columna vertebral para ordenar el territorio y establecer las normas del uso del suelo y construcción (POT-PEMP) no es clara, la oportunidad de estimular la construcción como alternativa en la reactivación económica es nula.

No pararé de comentar hasta no tener una explicación clara y pública, con la participación y presencia de todos los actores, que nos den claridad para edificar los proyectos que se requieren a gritos. Hoy la ciudad tiene dos prioridades (salud y economía), donde no se pueden ahorrar esfuerzos ni trámites crediticios que le permitan al mandatario ejecutar la inversión de infraestructura para remplazar lo disminuido en el sector de turismo.

¿Aparte de la protección costera, de resorte de la nación, qué otro impulso hacemos? El alcalde, Corvivienda y el Concejo debemos aprovechar y endeudarnos hasta donde nos permita la maniobra para invertir en ubicar a los asentamientos, ciénaga de la Virgen y caño Juan Angola, lo cual generaría mano de obra, atacar la pobreza y despeje de los cuerpos de agua para que en una alianza colombo-holandesa podamos organizar la competitividad en el transporte marítimo y fluvial de nuestra ciudad entre caños, mares y lagos.

La mazamorra es espesa y nutritiva. Fue el alimento ideal para los neonatos de la vieja guardia y quienes crecimos con ella, le damos su estatus diciéndole a los nuevos funcionarios y elegidos para gobernar: “Sigue creyendo que la mazamorra es caldo”.

*Concejal de Cartagena.