¿Dinamitar y demoler las murallas? – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta) (Xiamen – China).- 11 de julio de 2021.- ¿Tumbar históricos monumentos, esculturas y estatuas está bien? Ummm, yo creería que no, una revisión de la historia, concertada, organizada  y bien llevada, de esa historia, podría eventualmente reubicarlas, en museos, por ejemplo.

¿Por qué?

A veces sí que molesta repetir cosas que ya todos sabemos, como por ejemplo eso de que la historia la escriben los ganadores, y que los que la perdieron no salieron en la foto, o salieron pero marginalmente, y en todo caso las referencias serán para reducirlos aún más, como si no hubiera sido suficiente su derrota y su exterminio.

En nuestros colegios siempre los conquistadores españoles eran los héroes, y  los indígenas el bando derrotado, los salvajes,  los malos de la película, de la historia, se acostaba uno tarde dibujando la cara en cartulina de Pedro de Heredia o de Rodrigo de Bastidas y hasta de Juan de la Cosa, que con ese apellido es para que lo hubieran dejado fuera de toda mención. Lo que tiene uno que oír.

Lo cierto es que no hicieron nada diferente los españoles en América a lo que hicieron los ingleses en todo el mundo, o los romanos en Europa, o los belgas, ingleses y alemanes en África, todo era un libreto más o menos parecido, matar, robar y apropiarse a sangre y fuego de lo que el más fuerte o recién llegado quería.

Toda la historia está tallada de esa manera, todos los edificios, castillos, murallas, palacios que nos rodean fueron de una manera u otra producto de una canallada, ¿o es que las murallas la hicieron unos contratistas españoles pagándole a trabajadores con salario, primas y vacaciones?

Este derrumbe estatuas y esculturas de personajes de la historia lo comparo un poco con la Revolución Cultural que ocurrió acá en China en la década de los 60 y parte de los 70,  cuando se trató de acabar con todo lo que representaba el pasado histórico de este gran país, miles de años de historia representados en edificios,  monumentos, documentos etcétera fueron destruidos, demolidos, incinerados, en nombre de un movimiento o revolución que pudo hacerse de otra manera,  China hace un esfuerzo monumental hoy en día por recuperar ese legado para futuras generaciones y mantener viva esa memoria.

Los hechos históricos pueden ser revisados para que los que entienden de estas cosas puedan ir a archivos y reescribir en un ejercicio concertado y altruista que ponga las cosas en su lugar, eso ayuda a crecer como país y si Colombia, o una parte de Colombia cree, piensa y propone, que debemos revisar nuestra historia pues deberíamos buscar la manera de hacerlo, para como dije hace unas líneas atrás, poner las cosas en el lugar adecuado, luego de un ejercicio bien planeado y organizado

Pero hasta el que tumbó la estatua de Sadam Hussein se arrepintió,  y si de tumbar monumentos porque representan una injusticia se trata,  ¿entonces vamos a ir tumbar el castillo de San Felipe, el palacio de la Inquisición y las murallas a punta de cincel y martillo? Porque estos fueron construidos con mano de obra esclava, fueron miles los seres humanos que fueron obligados a levantar estas, y fueron muchos los que fueron brutalmente asesinados por el solo capricho de los constructores. ¿Cuántas personas inocentes no fueron torturadas en el tribunal del Santo Oficio, el actual palacio de la Inquisición?

¿Compramos dinamita y lo tiramos abajo porque representan una injusticia? Yo tengo mis dudas, no sé ustedes.

Y es que todo el planeta en si está lleno de monumentos que representan sangre y muerte, otro más, en el año 64 de nuestra era el emperador Vespasiano de Roma quería construir lo que se conoce hoy como el Coliseo Romano, el imperio no tenía dinero y decidió atacar Jerusalén para financiar su coliseo, de allí sacó mano de obra esclava,  robó sus tesoros,  destruyeron miles de familias y hogares, asesinaron mujeres,  hombres y niños,  el coliseo, una de las maravillas de la humanidad fue construida con recursos producto del sufrimiento y la muerte de muchísimos seres humanos.

¿Qué hacemos, lo dinamitamos?

Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé.

¡Un abrazo!

Álvaro Royo Bárcenas

Xiamen-China

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