Análisis de John Zamora (Director de Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 23 de noviembre de 2021.- La organización política que desee lograr una curul en la Cámara de Representantes por Bolívar deberá hacer que su lista obtenga alrededor 85 mil votos en las elecciones de marzo 2022.
La cifra es un mero referente especulativo, basada en una proyección del 10% de incremento sobre los resultados de 2018, cuando el Partido de la U, con 77.912 votos obtuvo la sexta curul luego de las logradas por partido Conservador (2), Cambio Radical (2) y Liberal (1).
La lista que quede por debajo de ese guarismo deberá morderse las uñas para que la cifra repartidora no le alcance a otros y les aproxime el escaño.
Así sucede con el sistema de cifra repartidora, que a veces organizaciones con poca votación logran una curul, mientras personas con mas votos quedan por fuera. Recordemos el caso de Rafael Meza Pérez, quien obtuvo más de 9 mil votos para el Concejo de Cartagena y ni así pudo ser reelegido, mientras que Claudia Arboleda o Javier Julio, con menos de tres mil votos, son concejales.
En el caso de la Cámara de Representantes el margen es menor, pues no son 19 curules sino apenas seis, por lo que estar por encima de esa cifra referente de 85 mil votos podría significar la credencial.
Las decisiones deberán estar listas antes del 13 de diciembre, cuando se cierra el periodo de inscripciones de listas a Congreso ante la Registraduría Nacional.
((( Ver: Con la apertura de inscripciones, comienza en firme la carrera electoral
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¿Qué partidos tienen esa capacidad?
La primera inferencia es que los mismos partidos que hoy tienen credencial repetirían, pero las cosas han cambiado y la ecuación se resuelve de modo distinto, aunque sin dramatismo.
Se estima que el conservatismo ha mantenido y aumentado su fuerza, pues tras las legislativas de 2018 vino el triunfo en la Gobernación con Vicente Blel Scaff. Eso invita a apostar por dos curules e, incluso, aventurar por una tercera.
¿Cómo así? Yamilito Arana debería aumentar su caudal, lo mismo que el sector Montes, que doblaría la apuesta con Andrés Montes (ocupando el espacio de su primo Emeterio Montes) y con una candidatura impulsada directamente por William Montes. (Se habla del concejal Fernando Niño). La lista aumentaría el recaudo electoral si se suman tres mujeres con trabajo político. Una de ellas sería la actual edil Ángela Vergara (lo está pensando), otra sería una carta reservada por el sector Blel y, la tercera, una veterana dirigente con antecedentes electorales. ¿Alcanzará para la tercera curul? Difícil pero probable.
El liberalismo sería la tercera curul segura. El senador Lidio García ha mantenido un grupo estable y toda la estructura para la reelección de Silvio Carrasquilla. Con cinco refuerzos de distintas consideraciones podría redondear una votación para pasar sin sofocos.
Las otras tres curules estarían en el Partido de la U, Cambio Radical y la respuesta electoral que consigan Centro Democrático y la izquierda.
Todos deben resolver la ecuación, pues a primera vista ninguno tiene los componentes para sumar los 85 mil votos autónomamente. Es decir, si bien se puede ver una carta fuerte, de nada vale si no tiene aliados en la lista que ayuden a sumar.
En la U está Alonso del Río, decidido a reelegirse. Viene reactivando su presencia en redes sociales con el registro de visitas y respaldos, como el del veterano concejal de Cartagena Lewis Montero. Siendo la carta fuerte de la U, ¿le alcanzará? En 2018 obtuvo casi 55 mil votos, pero con el finado Juan José García Romero como bujía. ¿Cómo está ahora?
Igual pasa en Cambio Radical con Fejed Alí. Sin antecedentes electorales directos, pero con una base fuerte en Magangué y Cartagena, necesita que llegue otra fuerza a inyectar los votos a la lista, pues solo no le alcanza. Además, de momento no se sabe cuál es la carta que jugará la senadora Daira Galvis. ¿Será acaso Rayza Ahumada o Esther María Jalilie? Entre lo que sume Alí y lo que aporte Galvis estará la clave de Cambio Radical para lograr, al menos, una curul. (Vieron a Rayza Ahumada en Bogotá, por la sede de Cambio Radical. ¿Acaso gestionando aval?)
Cambio Radical ya no tiene los votos de Hernando Padauí, fallecido en la pandemia, y Karen Cure, que cede el espacio a su esposo Giovanni Mesa, quien podría ser el complemento electoral que muchos buscan. ¿A qué partido irán estos votos? Fueron 51 mil en 2018 y caerían muy bien en cualquier lista. Entonces, mejor preguntarse, ¿dónde no los necesitarían? Descartados Cambio Radical, Conservador y Liberal, hay que mirar a la U y Centro Democrático. No hay más. (Salvo una “nostalgia” en Cambio Radical o un imprevisto en Liberal).
Centro Democrático logró casi 60 mil votos en 2018, cuando el senador Fernando Nicolás Araújo estaba en la oposición. La diferencia es que ahora es gobierno, tiene más experiencia y sabe que debe buscar votos exógenos, pues con los del partido no alcanza para una Cámara. Tiene una carta muy fuerte con Juliet Jiménez pero deben encontrar ese “plus” que los acerque al número mágico.
La izquierda ha tenido un bajo comportamiento electoral en Bolívar, y en cada elección confirma que hay mas caciques que indios, que los egos superan los votos, y que con arengas y estribillos no se ganan elecciones. Ha tenido una incapacidad recurrente para aliarse y desconoce un precepto elemental: la unión hace la fuerza.
De momento, tal unión no se atisba, y los liderazgos que están aflorando no impresionan en términos electorales.
No obstante, algunos consideran que el “efecto Dau” y la sombra del alicaído Gustavo Petro podrían incidir en el recaudo electoral y sorprender en marzo de 2022.
¡Esto es con votos!