Por John Zamora (Director de Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 16 de marzo de 2022.- Se acabaron las elecciones, se acabaron las candidaturas, se conocen los resultados… ahora a trabajar.
Para la nueva bancada de congresistas de Bolívar es el momento de estrenar la camiseta y comenzar a hacer equipo.
Los senadores Nadia Blel, Lidio García, Jorge Benedetti, Antonio Correa y Kike Cabrales, así como los representantes Juliana Aray, Dorina Hernández, Yamilito Arana, Andrés Montes, Fernando Niño y Silvio Carrasquilla deberían acordar una agenda legislativa común.
Si bien cada cual tendrá sus proyectos individuales y partidistas, es imperativo que también se acuerde una agenda común, pues solo de esa manera se pueden cosechar proyectos de alto impacto, como ocurrió con la protección costera de Cartagena.
El gobernador de Bolívar, Vicente Blel Scaff, y su equipo de Planeación bien podrían preparar un documento guía, una ruta de trabajo a cuatro años, que sirva de base para la discusión y el acuerdo.
Dada la alergia que los grandes proyectos y la institucionalidad le producen al alcalde de Cartagena, William Dau, es probable que en su inmensa ceguera y ánimo pendenciero no vea esta oportunidad como una oportunidad, así suene redundante, pero un necio no puede detener ni distraer el camino de las grandes transformaciones que se pueden gestionar, mucho menos ahora que entramos en la etapa en que los colombianos elegiremos nuevo Presidente de la República.
Sea quien fuere (ojalá Fico Gutierrez), el nuevo gobierno debe mirar con respeto al Departamento de Bolívar y comprometerse con su bienestar y desarrollo, y qué mejor que con una agenda clara, viable, visionaria, conjunta, aterrizada pero ambiciosa.
Los congresistas deben corresponder en gestión lo que el pueblo les confió en las urnas, y es la población bolivarense la que reclama prontas soluciones. Por citar solo un ejemplo, son urgentes políticas ambientales para la navegabilidad del Magdalena, la prevención de inundaciones en sus riberas y las del Cauca; la exploración y explotación del suelo y subsuelo; la protección de las aguas de la contaminación del mercurio y de los alcantarillados, etcétera.
Para la construcción de la agenda es importante, primero, escuchar a las comunidades, a sus organizaciones comunales, y también al grueso de la sociedad civil, empresarios, comerciantes, agricultores, ganaderos, sus gremios.
No podemos perder tiempo, cuatro años se pasan volando; no queremos verlos de nuevo en campaña, buscando la reelección, sin haber hecho la tarea por Bolívar.
Desde esta tribuna propongo un encuentro de la nueva Bancada de Bolívar en Senado y Cámara, con el gobernador Vicente Blel (y el alcalde Dau si quiere), la sociedad civil, y medios de comunicación, para ponernos la camiZetta y trabajar unidos por Bolívar.