Cartagena de Indias, 28 de mayo de 2022.- El pendenciero alcalde de Cartagena, William Dau, lleva dos años y cinco meses mostrando dientes y declarando guerras, pero ahora tambalea ante la solicitud de suspensión en su contra hecha por el contralor distrital Rafael Castillo ante el Presidente Iván Duque.
La solicitud de suspensión enervó de nuevo al irascible alcalde, quien sufre así un segundo «jab directo a la barbilla» tras la orden de suspensión de su alfil en el Dadis, la directora Johana Bueno. Le tocó suspenderla y encargar a la subdirectora, Carmen Llamas.
Tanto Dau como Bueno están cuestionados por los manejos anómalos en la contratación durante la pandemia.
De seguro, Dau responderá con toda su ordinario léxico y le lanzará toda suerte de insultos al contralor, y no se descarta que amenace al presidente de la República si llega a suspenderlos.
Para tapar las investigaciones de la Contraloría Distrital, el alcalde Dau ha acudido a la estrategia de atribuirlo todo a una persecución política.
Para su amargura, la Contraloría tuvo la razón cuando formuló reparos a la contratación de Cinthya Pérez Amador como «Primera Dama», a quien Dau le asignó una remuneración desbordada.
Ahora, Dau ha calificado de «perro» a Castillo Fortich y lo asocia como eslabón de la presidenta del Concejo, Gloria Estrada.
La señora Estrada acaba de retomar sus funciones luego de estar privada de la libertad tras un complot donde políticos corruptos y policías vendidos le plantaron un kilo de cocaína para sacarla de la vida política.
El alcalde Dau no ha reaccionado ante tamaña corrupción, y su silencio no se compagina con la supuesta lucha anticorruptiva, lo que nuevamente comprueba que es una lucha antojadiza y selectiva, además de miope para no ver la gigantesca corrupción dentro de su administración.