Por Gabi Arenas (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 29 de octubre de 2022.- Cartageneros y cartageneras qué felicidad ser hija de esta ciudad. Nací en este bello Corralito de Piedra, para mí la tierra más bella del universo y no la cambiaría jamás.
Me gusta todo de Cartagena: su amanecer, su sol resplandeciente y sofocante desde tempranas horas. Me gusta su clima, su mar, su alegría, su comida deliciosa, sus ocasos de postal y su dinámica espontánea.
Todo me gusta de ti Cartagena. De Cartagena lo que más me gusta es su gente, la más noble y bella, los cartageneros somos gente fiel, leal y sincera. Me gusta el pueblo, que es como es.
Me gusta vivir en Cartagena, porque aquí soy feliz. Y soy feliz porque amo mi ciudad. Mi boca siempre la bendecirá, es decir, siempre dirá cosas buenas de ella. Me jactaré, hasta el último día de mi vida, de ser cartagenera, y agradezco a Dios el privilegio de haberme permitido nacer y hacer mi vida en esta ciudad arrullada por el mar, la tierra que me lo ha dado todo y donde tengo sembrada la memoria, el corazón y los lazos de amistad más firmes. Podrán decir: qué fácil hablar bellezas de la ciudad desde un lugar de enunciación privilegiado, pero quienes me conocen saben que he vivido las verdes y las maduras, como todos cartageneros pujantes que diariamente se levantan para superarse y trabajar duro por el cumplimiento de sus sueños. Así que sé de lo que hablo.
Y no soy ciega ni estoy desentendida sobre lo que Cartagena necesita mejorar, pero ya hay suficientes lamentos y tenemos que pasar de la queja al aporte. Preguntémonos, en un ejercicio serio de corresponsabilidad: de todo lo que puede marchar hoy mejor ¿qué estoy dispuesto a hacer? ¿qué sé hacer? ¿qué tengo para ofrecer? ¿qué estoy haciendo que ayude a Cartagena a ser una ciudad más linda, más habitable, más agradable y más desarrollada? No hablo de grandes proyectos, necesarios, por supuesto, hablo de la cotidianidad de cada uno, en su cuadra, su manzana, su barrio o su sector. Todo es transitorio. ¿Pero qué podemos hacer ya, aquí y en este momento de la historia de Cartagena?
La palabra tiene un poder creador y restaurador. EMPECEMOS POR BENDECIR A CARTAGENA, POR HABLAR BIEN DE ELLA EN LOS ESCENARIOS pertinentes y en enfocar siempre la energía en destacar lo bueno y no en remarcar siempre lo que debemos mejorar.
Levantemos la moral colectiva de la ciudadanía. Son muchos los motivos que por los cuales los cartageneros podemos levantar la frente con sano orgullo. Esto se puede lograr si somos propositivos y dejamos que nuestro corazón se inflame por el sentido de pertenencia y por el amor a la identidad que nos ha dado el título de ciudad Heroica.
¿Te unes a esta campaña? Cartagenero, di algo hermoso de Cartagena. Empiezo yo con esta frase: Cartagena de mis amores, aquí nací y aquí moriré. ¿Cuál es tu frase?
¡Dios bendiga a Cartagena, bendícela tú también!
Gabi Arenas
Diseñadora y empresaria cartagenera