Análisis político: Dumek encontró Jefe de Debate (gratuito, fecundo e iracundo)

Por John Zamora (Director de Revista Zetta).- Tanto que William Dau odia a Dumek Turbay; tanto que lo denuncia, lo persigue, lo hostiga… tanto que le inventa, y resultó ser su mejor jefe de debate en su campaña para ser el próximo alcalde de Cartagena.

Gracias a su gratuita y fecunda gestión, los torpes ataques de Dau logran un efecto contrario: afianzar a Dumek en el centro de las miradas políticas, y colocarlo en el “Top of Mind” de la discusión pre-electoral.

Al igual que la Niña Tulia, de Sánchez Juliao, Dau metió las narices donde no debía meterlas, sin que nadie lo esté llamando. Un gobernante inteligente recomienda la continuidad de sus políticas, pero nunca entra en descalificaciones personales porque, es casi fijo, resulta el tiro por la culata.

Pero Dau, como el tío Peraloca, no quiere hacer caso, y mientras más ataca a Dumek, mas lo ratifica como su némesis.

Dumek bien podría contestarle a Dau diciéndole “el tormento tuyo soy yo”. Pero no. Con inteligencia, en lugar tomar pastillas de chiquitolina política para responderle a Dau, Dumek está aprovechando el “infighting” para darle una lección de madurez política.

Recordemos que Dumek publicó un trino donde agradece al presidente del Senado, Roy Barreras, el aval de su naciente partido “Fuerza de la Paz”.

En seguida, la Niña Tulia que habita en Dau salió a enviarle un mensaje “terrorífico” a Roy:

– “No metas tus narices en Cartagena”.

Y Dumek contestó con sagacidad:

A esto se ha dedicado los 4 años, a señalar, a dividir, a pelear. A generar discordia. Dau se siente cómodo en la confrontación; nosotros sacaremos adelante a #Cartagena uniéndola en armonía y en torno a la ideas y propuestas, construyendo desde la diferencia. ¡GOBERNANDO!

En la discusión se metió otra Niña Tulia, el exsenador Gustavo Bolívar, quien con la estatura moral de una hormiga en medio de elefantes, dijo que “»Ustedes han visto cómo algunos integrantes del Pacto ya empiezan a alinearse con sectores de los partidos tradicionales y sectores corruptos de la política”.

La tormenta propició una distorsión, pues algunos creyeron equivocadamente que Dumek estaba pidiendo pista en el Pacto Histórico. De nuevo, sacó utilidad política con estos mensajes:

El nuestro no es un proceso de un solo partido, es un proyecto de coalición, unión de voluntades, fuerzas ciudadanas y movimientos políticos.

En esta idea de #UnirParaAvanzar no se excluye a nadie, pues #Cartagena necesita del concurso de todos, no de pocos. ¡Seguimos sumando!

Y es cierto. Dumek apoyó al senador de Cambio Radical, Jorge Benedetti, y allí hay una expectativa clara de aval, pero también tiene buenas relaciones con Centro Democrático, con los conservadores, con otros sectores de izquierda, incluso en el partido Liberal, al punto que podría configurarse una coalición multipartidista.

De ser así, no tiene sentido acudir al mecanismo de recolección de firmas, máxime cuando la calle está congestionada con más de 16 grupos en esa tarea.

Otros tres trinos dieron puntilla a esta tormenta:

Seguimos sumando voluntades. A #Cartagena la sacamos adelante entre todos, no entre pocos.

Y estos, que dejan clara su posición política, lejos de acomodamientos:

No entiendo por qué reducir todo a «el que está con Petro» y «El que no está con Petro». #Cartagena es más que Petro. Él es el presidente de todos los colombianos y es necesario trabajar articuladamente con el Gobierno Nacional. Vamos a desideologizar el debate, por favor.

Diego, no soy petrista. Tengo profundas diferencias con el Presidente, pero nos encontramos en algunos anhelos sociales, nos une #Cartagena, por ejemplo. He trabajado bien con presidentes disímiles. Soy un demócrata respetuoso de las instituciones y la empresa privada. Saludos.

Aunque estaba quedando muy claro que Dau no ha servido para poco o nada, hay que reconocer que como jefe de debate de Dumek Turbay lo está haciendo de maravilla: mientras más despotrica, más lo instala en la carrera para ganar la Alcaldía. ¿Y si Dau se queda callado? Eso sí sería un milagro.