Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- 17 de abril de 2023.- ¿En qué momento se nos dio por pensar que la única manera de hacer obras de infraestructura era privatizando las vías? Y si no tiene el estado dinero para hacer esta obras, pero privatizar las vías es un excelente y apetecido negocio, ¿por qué carajos, joder no hace el estado ese negocio entonces, en vez de entregarle esos recursos a un tercero?
Las vainas de mi pueblo.
Hay que ver que le he dado varias vueltas a eso y las conclusiones siempre terminan siendo que los peajes son un foco de corrupción detestable disfrazado de ayuda que le da un privado a la pobre viejecita estado, que no tiene dinero para hacer determinadas obras. Y estas obras que al final el que las construye hace el presupuesto, la ingeniería de detalles, compra sus materiales, contrata a sus empleados, controla el tráfico y los ingresos con sus software propios, recibe auditorias amigas que permite que esas porquerías que desangran a la gente se extiendan en el tiempo por décadas sin que nadie tenga derecho a chistar. En últimas compran y se dan el vuelto.
Son unos entramados complejos realizados por los administradores públicos que se dicen tienen experiencia en “lo público”, financian campañas políticas y luego se arman las tramas para que los recursos se desvíen eternamente, de generación en generación, porque poner un peaje es fácil, pero quitarlo después es técnicamente imposible, porque van firmando acuerdos de otrosí que perpetúan la desvergüenza.
Hay concesiones que se entregaron en 1992 y tienen varias décadas por delante, algunos de sus licitantes originales ya murieron y sus herederos continúan con el negocio. Los ingenieros lo saben, es el mejor negocio de lejos porque las inversiones son minúsculas comparadas con el retorno de la inversión extendida en el tiempo, ve uno por ejemplo que la Autopista Conexión Pacífico III (Antioquia con Eje Cafetero) tiene fecha hasta el 2039.
Que la vía Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad (hasta el 2049)
Que la Autopista César-La Guajira (hasta el 2049)
Yo me preguntaba si estas vías fueron construidas y asfaltadas en oro para que sea tanto el tiempo pagando esa condena, porque eso son los peajes, condenas para los pueblos y ciudades, desangre al eslabón más débil de la cadena el bendito ciudadano.
Se podría decir que los gobiernos tienen las manos atadas porque primero son contratos firmados con mucha anterioridad, o por antecesores, y los contratos hay que honrarlos ni más faltaba, pero sí que pueden haber herramientas que con un gobierno que no le esté haciendo el juego a los privados y se ponga realmente el overol del ciudadano, se ponga en la labor de usar esas herramientas que menciono, y se puedan poner en cintura estas concesiones que sin incomodarlas solo se les va a llevar una cuenta independiente y paralela por parte del estado y estas, las concesiones, se vuelvan más justas y controladas, además que se puedan acortar en el tiempo.
Porque estas condenas llamadas peajes son unos barriles sin fondo que nadie controla, son amos, dueños y señores de las vías, y creo le vendría bien una medida que les corte un poco las alas y les ponga de paso los pies sobre el suelo.
Hace unos días estuve en comunicación con una empresa italiana que, como muchas de otros países, se dedica a vender e instalar contadores de tráfico con lectores de placas, softwares inviolables del más alto nivel y liquidación diaria y con opción de que sean de manejo público en redes, en internet, para que los ciudadanos puedan saber en tiempo real cuales son los ingresos de estos peajes, cada minuto, cada hora, cada día, cada mes cada año.
Estos contadores de tráfico se instalan unos metros antes de cada caseta de peaje en ambos sentidos, no es posible vandalizarlos ni robárselos ya que están fijados al piso con zapatas de hormigón, y luego elevados a varios metros, fácil instalación y trabajan bajo cualquier condición climática y no tienen que ver con noche ni día, llueve truene, nieve o relampaguee, su costo de varios miles de dólares pero su inversión, con el cachondeo y desmadre que hay en los peajes de Colombia creo se recuperaría en un par de semanas.
La información que van entregando estos contadores de tráfico junto a una revisión de los contratos de estas concesiones nos arrojaría sorpresas desagradables supremamente agradables a la vez.
La función de estas herramientas en ultimas es contar los vehículos, se les introduce la información de valores por tipo de automotor y no más, luego es mirar desde tu computador cómo van sumando los millones y millones diarios que le roban a los ciudadanos estas casetas extorsionadoras.
Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé
¡Un abrazo!
Álvaro Royo Bárcenas
Xiamen-China
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